La petrolera estatal argentina YPF registró unas pérdidas netas atribuidas de 69.649 millones de pesos argentinos (US$771 millones), una cifra que duplica los 'números rojos' del año anterior, cuando la compañía perdió 34.071 millones de pesos (US$377 millones), debido al efecto de la pandemia en la industria del petróleo y los precios del crudo, según se desprende de su informe de cuentas anuales.
La sociedad expropiada a Repsol en 2012 ha explicado que el año fiscal de 2020 se vio muy afectado por los efectos de la pandemia y la caída en los precios del crudo. "Fue un año extremadamente desafiante para la industria del petróleo y gas a nivel mundial, y nosotros no fuimos la excepción", ha remarcado.
En este sentido, YPF ha señalado que la contingencia sanitaria afectó de manera negativa a sus operaciones y estrategia. No obstante, la petrolera ha destacado su rápida reacción ante la situación, ajustando la actividad y producción y buscando eficiencias de costes, con el objetivo de preservar la sostenibilidad financiera a largo plazo.
En el año de la pandemia, la cifra de negocio en pesos de la empresa se situó en los 669.186 millones de pesos (US$7.400 millones), un 1,4% menos; mientras que en dólares la reducción fue del 31,8%, con US$9.376 millones.
La diferencia de la contracción ente ambas divisas se explica por la tendencia a la baja de los precios de realización en dólares de los principales productos de la sociedad. Sin embargo, una vez que la demanda mostró signos de recuperación, la petrolera comenzó a partir de agosto a realizar ajustes periódicos en el surtidor, lo que permitió estabilizar los precios netos en dólares.
La compañía multiplicó casi por tres sus 'números rojos' en el resultado operativo, con 58.397 millones de pesos (US$646 millones). Sin embargo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado en dólares se situó en los US$1.454 millones, un 59,7% menos.
Aún así, los precios netos medidos en dólares se ubicaron alrededor de un 15% por debajo de los niveles de 2019 y aproximadamente un 30% por debajo del promedio de los últimos 10 años.
Por otra parte, la reducción de ingresos se vio afectada por la disminución del 29,9% en el volumen de naftas y la caída del 11,1% en gasoil. El peor registro se observó en abril, cuando los volúmenes de nafta y gasoil se contrajeron alrededor de un 70% y un 35%, respectivamente, debido al impacto de las medidas de aislamiento establecidas a finales de marzo.
Desde entonces, la demanda mejoró de manera gradual y constante, con cifras que en diciembre suponían una reducción del 7% en nafta y del 5% en gasoil.
Los costes asociados a ingresos en moneda local fueron de 626.212 millones de pesos (US$6.900 millones), un 8,8% más. De este modo, el resultado bruto alcanzó los 42.974 millones de pesos (US$476 millones), un 58,3% menos.
Los gastos de comercialización crecieron un 44%, hasta los 71.835 millones de pesos (US$795 millones); los costes de administración se situaron en los 34.490 millones de pesos (US$382 millones), un 39,6% más; y la partida destinada a gastos de exploración cayó un 14,5%, con 5.846 millones de pesos (US$64,7 millones).
De su lado, la amortización de propiedad, planta, equipo y otros activos intangibles tuvo un impacto positivo de 6.851 millones de pesos (US$75 millones) en el ejercicio, frente al efecto negativo de 41.429 millones de pesos (US$458 millones) del año anterior.
La compañía multiplicó casi por tres sus 'números rojos' en el resultado operativo, con 58.397 millones de pesos (US$646 millones). Sin embargo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado en dólares se situó en los US$1.454 millones, un 59,7% menos.
Entre octubre y diciembre, los ingresos de YPF en dólares fueron de US$2.270 millones, un 34,1% menos; mientras que la facturación en pesos se redujo en un 9,4%, hasta 187.473 millones de pesos (US$2.077 millones).
El beneficio neto atribuido de la petrolera en el último trimestre del año alcanzó los 44.235 millones de pesos argentinos (US$490 millones), en contraste con las pérdidas de 10.476 millones de pesos (US$116 millones) del mismo periodo del año anterior.
La deuda neta total se redujo en más de 400 millones. A cierre de diciembre de 2020, la deuda neta consolidada de YPF totalizó US$7.076 millones, lo que supone una reducción de US$488 millones en comparación con el año anterior.
La disminución de deuda de la mayor petrolera de Argentina se debe a la reducción voluntaria de su posición de efectivo en US$251 millones, dado el alto coste de mantener la mayor parte de su liquidez en pesos y la potencial dilución en dólares generada por la devaluación del peso argentino.
En esta línea, la compañía utilizó parte de este monto y efectivo generado por su operación para reducir los niveles de endeudamiento.
El pasado mes de febrero YPF concluyó de manera exitosa una adhesión del 60% en un canje de US$413 millones de deuda que vencía en marzo de 2021.