Ciudad de México. La pandemia del Covid-19 obligó a Grupo Aeroméxico a hacer ajustes operativos, lo cual implicará redimensionarse de acuerdo a la demanda y establecer tarifas sencillas, flexibles y variadas, pero no low cost, afirmó su director ejecutivo de Relaciones Institucionales, Sergio Allard, quien dejó en claro que la participación accionaria de Delta Air Lines se mantiene firme pese a las turbulencias que vive la industria.
“Estamos revisando el plan estratégico y de negocio. Nuestra flota es de 130 aviones y tenemos que ver cuántos realmente necesitamos en los próximos 24 meses”, comentó.
Estimaciones del grupo apuntan a que al cierre del presente año se presentará una caída de entre el 55 y el 60% en pasajeros transportados y la recuperación total podría llegar en los siguientes tres años, considerando que haya una vacuna para el virus.
Durante su participación en la comunidad de aprendizaje colaborativo enfocado al trabajo remoto y a la educación a distancia “Quiero aprender a...”, el directivo aseguró que para hacer frente a la contingencia es fundamental la decidida participación de todos los actores y dejando en claro la participación de cada uno.
Acerca de las ayudas que requiere la aviación en todo el mundo para enfrentar las complicaciones financieras, insistió que en su caso no buscan un rescate sino apoyos y que de manera paralela analizan alternativas de financiamiento.
Por ejemplo, la posibilidad de dejar asientos vacíos en un vuelo no resulta rentable para la empresa y están reforzando su mensaje ante los consumidores de que las medidas sanitarias implementadas, con base en los estándares internacionales, brindan seguridad durante su viaje.
Los primeros datos de abril y mayo, dijo, señalan que el pasaje doméstico cayó 90% y el internacional, 95%. En junio, se prevé una baja del 80%, respecto al 2019. “Ha sido complicado, el viernes pasado 15.000 pasajeros se movieron en la industria y un viernes normal eran 120.000 o más. Además, Latinoamérica no ha abierto sus vuelos”, agregó.
Acerca de las ayudas que requiere la aviación en todo el mundo para enfrentar las complicaciones financieras, insistió que en su caso no buscan un rescate sino apoyos y que de manera paralela analizan alternativas de financiamiento.
En Estados Unidos, su socio Delta, recibió US$5.000 millones de su gobierno y a pesar de que les han manifestado “que quiere seguir como accionista” de Aeroméxico, Allard detalló que debido a que les entregaron recursos públicos, esa empresa no pueden inyectarles capital, por lo que miran otras alternativas.
Marca México, potente. Al hablar sobre las acciones a seguir para reactivar el turismo y la aviación, el directivo consideró que es necesario dirigir esfuerzos al mercado estadunidense, con el cual se tiene la fortuna de la vecindad y la fuerza que tiene la marca México por el trabajo que se hizo en años anteriores.
“Si logramos demostrar que viajar a México es seguro y estamos certificados tendremos éxito por la cercanía”, agregó.