La Superintendencia del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) ha recomendado al tribunal que analizará en caso el profundidad la aprobación con condiciones de la compra de los activos de OI por parte de Telefónica, Claro y Telecom Italia (TIM), una operación valorada en 16.500 millones de reales (US$ 2.900 millones al cambio actual).
La operación queda ahora a la espera de la sentencia del tribunal de competencia, que puede o no respetar la recomendación de la Superintendencia, y que tiene 240 días hábiles más una posible prórroga de 90 (a contar desde el pasado 23 de marzo) para tomar la decisión.
El consorcio formado por las tres principales empresas del ecosistema móvil brasileño se impuso el pasado diciembre en la subasta por los activos móviles de Oi, declara en bancarrota, y cuarto operador del mercado móvil brasileño.
Telefónica aportaría 5.500 millones de reales (US$ 968 millones) a cambio de hacerse con 10,5 millones de clientes, 43MHz de espectro con contratos de uso de 2,7 miles de emplazamientos de acceso móvil.
Las condiciones. En caso de aprobarse, la operación supondría reducir a tres el número de operadores en el negocio mayorista móvil en el país, por lo que las autoridades al frente de la investigación señalan que Telefónica, Claro y TIM tendrían incentivos para cerrar el acceso a otros competidores.
Por ello, se ha puesto sobre la mesa como condición un acuerdo de control de concentraciones que no afectará a la distribución de clientes y activos, sino que prevé compromisos para compartir la RAN y alquilar el espectro adquirido en municipios de menos de 100.000 habitantes.
Además, habrá un acuerdo de roaming y operador de red virtual móvil (MVNOs) para permitir acceder a las redes a otros jugadores, posibilitando así la entrada de un nuevo competidor en el sector y de el alquiler de la red por parte de los operadores regionales
De esta manera, además, el regulador brasileño plantea que podría generarse un mercado mayorista donde Telefónica, Claro y TIM competirían.
El anuncio llega en la víspera de la subasta 5G del país que comienza este jueves y que enfrenta a 15 compañías, entre ellas las tres involucradas en este proceso.
El regulador ya ha mostrado su expectativa de que de la subasta pueda emerger un nuevo jugador que haga las veces de cuarto operador en un mercado en el que Telefónica, a través de Vivo, es la que goza de mayor cantidad de clientes.