Los directorios de Linde y Praxair votaron este jueves por la fusión de ambas compañías, creando un líder mundial en el sector de gases industriales con un valor de US$73.000 millones en la que probablemente sea la última en una serie de uniones corporativas que resultó en un mercado altamente consolidado.
La fusión combina la eficiencia operativa y la fortaleza en América de la estadounidense Praxair con la tecnología avanzada de la alemana Linde y su fuerte presencia en Europa y Asia, superando a su principal competidor, la francesa Air Liquide.
Las noticias de la fusión, que volverá a unir al grupo global Linde escindido hace un siglo por la Primera Guerra Mundial, hizo subir las acciones de Praxair en Estados Unidos a un récord. El papel cerró el jueves con un alza del 1,36%, a US$134,09.
La fusión en condiciones de igualdad de ambas compañías, consistente en un canje de acciones y que aún debe ser aprobada por una mayoría de los accionistas de Praxair, representa un triunfo para Wolfgang Reitzle, expresidente ejecutivo de Linde que volvió a la firma como presidente para sellar la operación.
Los accionistas de Linde no votarán sobre la fusión pero el 75% de ellos debe ofrecer sus papeles a la nueva compañía para que la operación se concrete.