Un trabajo silencioso, pero evidentemente intensivo, y de años, explotó en poco más de un mes. Liberty Latin America (LLA) se robó el protagonismo en las telecomunicaciones de América Latina, especialmente en Costa Rica, Panamá y Chile, donde sus recientes anuncios de adquisiciones y expansión prometen dinamizar el mercado. 

“Muchas de las cosas que he estado haciendo eran behind the scenes -o detrás de escenas- y no tenía tanto sentido. Ahora pudimos revelar qué veníamos trabajando [...]. Anunciamos todo muy rápido: el cierre de la operación de Costa Rica, luego la compra de Panamá y ahora este joint venture en Chile. Han sido tres transacciones que son muy Importantes para nosotros y muy estratégicas”, comenta en entrevista con AméricaEconomía, Guillermo Ponce, vicepresidente senior para los Mercados Sur y Central de Liberty Latin America (LLA).

LOS NUEVOS NEGOCIOS

En agosto fue la concreción de la compra de Telefónica en Costa Rica. Luego, en septiembre,  llegó el anuncio de la adquisición, a través de la marca Más Móvil, de “Claro Panamá”, una operación de US$ 200 millones. Y, para cerrar el mes, el joint venture junto con Claro Chile, para unir las operaciones de cara a 5G: la base móvil y fija de la subsidiaria de América Móvil (AMX), Claro, sumará fuerzas con la banda ancha y fibra óptica de VTR, la marca de LLA en el país austral. 

De acuerdo al líder ejecutivo de Liberty Latin América, justamente el plan de la compañía es extender sus soluciones en los mercados actuales y la expansión regional en mercados y segmentos de alto crecimiento, a través de oportunidades de fusiones y adquisiciones. “Esto es parte de nuestro compromiso de ofrecer valor a los accionistas”, agrega Ponce.

El diagnóstico del directivo chileno posiciona a América Latina como un continente con muchas oportunidades para seguir creciendo en penetración de servicios de banda ancha, de conectividad y de movilidad, algo que se refuerza al doble con la pandemia. En ese sentido, señala que Latinoamérica tiene dos problemas: uno de cobertura y otro de accesibilidad, por las limitaciones de ingresos que tienen algunos segmentos de la población.

“Nosotros creemos que esas dos cosas, los operadores de la industria, las vamos a resolver en el tiempo [...]. Esa es la filosofía que está detrás de la apuesta que está haciendo Liberty en América Latina y eso nos ha hecho hacer estas decisiones e inversiones importantes, como la transacción de Costa Rica, que fue de alrededor de US$ 400 millones, la de Panamá que fue de alrededor de US$ 200 millones y ahora este joint venture”, explica Guillermo Ponce.

Respecto a esta última operación en Chile, las partes esperan que la empresa conjunta genere beneficios operativos significativos con sinergias de tasa de ejecución estimadas de más de US$ 180 millones, el 80% de las cuales esperan lograr dentro de los tres años posteriores a la finalización. Según la comunicación oficial, tanto LLA como AMX se comprometieron a aportar negocios con una deuda neta de unos US$ 1.500 millones y US$ 400 millones, respectivamente. A lo que se suma un pago compensatorio de LLA realizará a AMX de US$ 100 millones.

La agencia Fitch aventura que este movimiento podría ser positivo para las calificaciones de VTR, considerando que es el operador líder en banda ancha fija y TV paga, mientras que Claro ocupa el cuarto lugar en banda ancha móvil y fija. “Luego de la transacción, la empresa conjunta consolidará la posición de liderazgo en banda ancha en Chile”, sostiene el análisis. Aunque advierte que necesitará una mayor comprensión del gobierno corporativo y la gestión financiera de la empresa conjunta, pues Chile es un mercado altamente competitivo, tanto en fijo como en móvil.

OJOS ABIERTOS EN TODOS LOS PAÍSES

"Yo soy de los que cree que 5G no está tan encima, porque hoy día no hay tantos teléfonos 5G, no hay tantas aplicaciones 5G y lo que complica más a los operadores es que nadie va a estar dispuesto a pagar ni un peso más por el 5G. Entonces, el caso de negocio todavía no está claro, pero es inevitable", comenta Ponce.

El mercado de telecomunicaciones latinoamericano ha tenido más de un foco de atención en el último tiempo. La expansión de WOM, los movimientos de Telefónica ante su eventual venta y el crecimiento de Liberty son algunos de los hitos que dan cuenta de ello. “Este es un mercado y región muy dinámico, entonces cada operador mueve sus fichas [...]. Hay algunos que salen, otros que están mirando la oportunidad y entran, como nosotros, y hay otros que son más grandes y están más permanentemente en la región como, por ejemplo, nuestros potenciales nuevos socios de América Móvil”, sostiene Ponce.

Para el licenciado en ingeniería civil, las dinámicas que motivan el cambio en las industrias, asociadas al consumidor, como la evolución de la tecnología y de sus costos. Por ejemplo, con la masificación de la fibra óptica y las posibilidades que abre su uso. “Para algunos operadores eso es una buena noticia, para otros es mala. Para algunos, una oportunidad y eso es lo que en el fondo mueve el pensamiento de compañías como la nuestra que está observando cómo estos fenómenos del mercado se mueven y está todo el tiempo pensando estratégicamente en cómo aprovecharlo”, menciona.

Por eso, consultado por su expansión a nuevos mercados de la región, Guillermo Ponce comenta: “Tenemos los ojos abiertos en todos los países. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas y nosotros estamos permanentemente analizándolas y estudiándolas y no nos cerramos a nada”. Y agrega: “Nunca comentamos específicamente sobre los temas de M&A (fusiones y adquisiciones, según sus siglas en inglés), pero te puedo decir que nuestros ojos están puestos siempre sobre toda la región. Y tenemos particularmente análisis país por país de cuáles son las oportunidades y los timings correctos”. 

Liberty Latin América, cuyas oficinas centrales se ubican en Denver (Colorado), cuenta con presencia en más de 20 países de América Latina y el Caribe bajo las marcas de consumo VTR, Flow, Liberty, Más Móvil, BTC y Cabletica. Con cerca de 12.000 empleados, registró ingresos por US$ 4.500 millones en 2020, mientras en el primer semestre de este año, el grupo reportó US$ 2.328 millones, un crecimiento interanual del 31%. 

Alessando Defilippi, analista especializado en telecomunicaciones, explica que Liberty ha sufrido una serie de modificaciones a lo largo del tiempo: “Estaba enfocado históricamente, si hablamos de América Latina, en Centroamérica. Sus operaciones centroamericanas y el Caribe es donde realmente es fuerte y las inversiones que empezó a hacer en Sudamérica estaban más relacionadas a nivel mayorista, como, por ejemplo, los cables marinos, las conexiones de IP Transit que son las conexiones de internet internacional”. 

El experto sostiene que Liberty anteriormente había mostrado intenciones de entrar en Sudamérica y que, oportunidades ha tenido varias, pero no ha participado en ninguna licitación de espectro en los distintos países.

“Creo que veían a Sudamérica un poco complicado, con muchos jugadores muy grandes y con una regulación también bastante más estricta que la centroamericana. Hay que tomar en cuenta que el aspecto regulatorio, al menos en Chile, Colombia, Perú o Brasil, es bastante más duro y probablemente ese era uno de los puntos que los había desincentivando”, comenta a AméricaEconomía. “Fue una combinación de una regulación más compleja,  players grandes y un mercado en el que el mundo móvil ya no crece mucho más”, añade Alessando Defilippi. 

Pese a que considera una buena movida la anunciada en Chile con Claro, consultado respecto al potencial de Liberty de entrar a algún otro mercado, el analista se muestra escéptico: “No lo creo. Tienen la capacidad de inversión, pero si quisieran hacerlo, tendrían que comprar a alguien y no hay muchos a quien comprar. En el caso de Perú no va a comprar Entel porque tiene una matriz en Chile;  Claro, imposible; Telefónica ya dijo que no va a vender más. Solo quedaría Bitel que podría estar abierto a una venta”. 

Liberty Latin América registró ingresos por US$ 4.500 millones en 2020. Hasta el primer semestre de 2021, acumulaba US$ 2.328 millones.  

 

Sin embargo, el máximo representante de Liberty para América Latina recalca que “siempre hay oportunidades”. “Depende de cómo te posiciones. A veces hay varios operadores, pero el país es muy grande. A veces la competencia existe, pero están concentrados en las zonas urbanas y no rurales o están en tecnologías antiguas. Entonces, si llegas con la tecnología nueva les puedes competir. Son distintos los factores que juegan. Cada país es un desafío distinto”, menciona Giillermo Ponce. 

“Perú no tiene nada que ver con Ecuador ni con Colombia, entonces te diría que todos son potenciales. Salvo Venezuela, que es muy complejo y es bien difícil pensar y, en una categoría parecida, Argentina, más por una cuestión de estabilidad sociopolítica, el resto de los países siempre los estamos mirando. Brasil también es un capítulo aparte, como un continente. Cada lugar tiene sus méritos y estamos en un proceso permanente y abierto de estudiarlos todos y ese mismo proceso es el que nos llevó a Costa Rica y Panamá”, refuerza.

A esto agrega la compra de AT&T que hizo su filial de Puerto Rico hace dos años y la de un operador fijo en Curazao. “Estamos con nuestros ojos desplegados en la región y hacemos nuestras movidas cuando el timing es correcto, cuando las variables se alinean y nos permiten hacer la movida y poder entrar”, concluye Ponce.  

LAS PUERTAS DE ENTRADA

La baraja de cartas que manejan desde Liberty Latin América para entrar a nuevos mercados es variada, tal como lo demuestran los recientes casos de compras y alianzas estratégicas.

En Costa Rica la entrada fue comprando un operador (Cabletica), para después fortalecer la operación agregando el servicio móvil de un tercero. “Ahí entramos a un mercado nuevo que no conocíamos donde no estábamos presentes [...]. Entonces tenemos un ejemplo de entrar a un nuevo mercado, de integrarnos y hacer una fusión, todo en un solo mercado”, dice Ponce. 

“Una segunda fórmula es en un país como Panamá, en donde ya estábamos hace mucho tiempo y vimos la oportunidad de adquirir los activos móviles para fortalecer la operación que ya teníamos”, agrega. 

“Y en Chile, donde vimos la oportunidad de fortalecer nuestra operación fija con una móvil, pero en la modalidad de joint venture. En vez de ir solos, vamos con un socio que creemos que ambos nos agregamos mutuamente valor y podemos hacerlo juntos”, complementa el ejecutivo. 

Finalmente, Guillermo Ponce alude a una cuarta opción, aunque más compleja: entrar a un país, abrir una operación e iniciar la construcción de una red partiendo desde cero. “Eso también es algo que uno pone arriba de la mesa. No lo hemos hecho hasta ahora pero también es una posibilidad”, reconoce.

“Nos mantenemos flexibles a poder abordar oportunidades, no con una receta única necesariamente, sino con la que haga sentido para el mercado que estamos observando”, concluye el ejecutivo.