Ciudad de México. Invertir en renovables en México resulta uno de los negocios de menor riesgo en términos de retornos, como lo demuestra la operación realizada entre la italiana Enel Green Power —la empresa con mayor capacidad renovable en el país— con el fondo canadiense Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ) y el vehículo de inversión de los principales fondos de pensiones mexicanos CKD Infraestructura México (CKD IM), que adquirieron por US$1.400 millones 80% de la participación en ocho plantas eólicas y solares de Enel.
Así lo explicó a El Economista Paolo Romanacci, director general de Enel México, quien detalló que aunque cuentan con experiencia en financiamientos de valores importantes en Estados Unidos, Portugal e Italia, ésta fue una de las operaciones más sofisticadas que han realizado en el mundo.
Con ello, la italiana amplía su capital de caja para seguir invirtiendo tanto en contratos bilaterales con privados como en las subastas de largo plazo del gobierno. A la vez, reducen de manera importante su deuda.
En tanto, para los inversionistas, de los cuales 39,2% son mexicanos a través de CKD IM —mientras que CDPQ tiene 40,8% de participación—, mantienen su capital en vehículos estables, de bajo riesgo con contratos de 15 años como los que ha elaborado Enel con sus clientes y con la garantía de la experiencia de Enel en operación de plantas en el mundo.
“Y así nosotros nos dedicamos a hacer lo que mejor sabemos: generar energía renovable”, dijo Romanacci, quien detalló que en los próximos días, Enel anunciará el arranque de construcción de un parque solar anclado en un contrato bilateral con una empresa mexicana.
La italiana se prepara para competir en la próxima subasta de largo plazo para el suministro de energía, cuyo fallo está programado a más tardar el 14 de noviembre en la que, según Romanacci, habrá altos niveles de competencia, aunque podría haber mayores restricciones para el ingreso de competidores que realmente cuenten con la capacidad de ejecución de sus ofertas.