El empresario brasileño Germán Efromóvich mueve de nuevo sus fichas y caza una nueva aerolínea para su grupo. Se trata de la carguera mexicana Aerounión, compañía que fue creada en 1998 y que hoy opera desde el aeropuerto internacional Benito Juárez de Ciudad de México.
Así como se hizo a Avianca, Tampa Cargo, Aerogal y Taca, que hoy hacen parte de uno de los grupos aéreos más importantes del continente, Efromóvich lanzó el anzuelo a la mexicana desde hace varios años, pero sólo hace unos pocos días se cerró la nueva adquisición del empresario, que en 2004 se quedó con Avianca, por encima de todos los pronósticos y de grandes compañías que querían la joya de la aviación colombiana.
Efromóvich, quien arrancó en Colombia en la industria petrolera, con la compañía Metapetroleum, tiene como filosofía estar alerta ante cualquier oportunidad de negocio.
Como un sagaz cazador, el presidente del Grupo Synergy, espera la oportunidad para hacer su oferta y poder concretarla. Sin embargo, algunas empresas se le han escapado, como Pluna de Uruguay, TAP de Portugal y la misma estatal Satena, a la cual no pudo acceder por diferentes circunstancias.
La nueva adquisición está compuesta por una flotilla de aviones de la familia Airbus, la cual opera desde el aeropuerto Benito Juárez a Estados Unidos, Canadá, Centro y Sur América y Europa.
En los próximos días se oficializará la transacción comercial que le permite al grupo sumar una nueva aerolínea de carga al proyecto de Efromóvich de convertir a Avianca en la más grande del continente americano.
Una de las tareas que emprenderá el grupo de colaboradores será el análisis de abrir mercado a Colombia.
La siguiente jugada de Efromóvich será la unificación de las marcas como ya lo hizo con Ocean Air, aerolínea que hoy opera como Avianca Brasil.
El empresario seguirá con la chequera lista, a la caza de nuevos negocios que le permitan expandir su portafolio aéreo y de otros sectores de la economía.