El grupo energético estadounidense Duke Energy anunció este miércoles la compra en US$415 millones de Ibener, una filial de la firma chilena CGE y que administra las plantas hidroeléctricas Mampil y Peuchén.
Con esta adquisición, que abarca una capacidad instalada de 140 megavatios, Duke Energy eleva su presencia en el mercado energético chileno, el que atraviesa por una ajustada oferta y una creciente demanda liderada por el voraz apetito de las empresas mineras.
"Chile es un mercado atractivo para el crecimiento de nuestro negocio y estas plantas son una excelente incorporación a nuestras plantas hidroeléctricas en Sudamérica", dijo Andrea Bertone, presidenta de Duke Energy International, en un comunicado.
Duke Energy, que además asumirá la deuda de los activos adquiridos de CGE, también posee la planta de generación Campanario en Chile.
La firma estadounidense es uno de los mayores actores privados del sector en América Latina, mercado que es liderado por el grupo chileno Enersis, filial de la española Endesa.
"Continuaremos evaluando otros proyectos de crecimiento en países de Latinoamérica que, como Chile, tienen un fuerte potencial de crecimiento y un sistema regulatorio estable", dijo Bertone.
La venta implicará para CGE -firma enfocada en la distribución eléctrica- una utilidad después de impuestos de aproximadamente US$117 millones.
A media sesión, los papeles de CGE subían un 1,1% a 2.730 pesos por acción, mientras que los títulos de Duke Energy cedían un 0,42% a US$64,16.