Carozzi comunicó este jueves, a través de un hecho esencial remitido a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), la adquisición de activos y marcas de los productos Calaf y Natur, de propiedad de Foods, empresa del grupo CCU. Adicionalmente, informó a la autoridad la suscripción de un acuerdo para el desarrollo del negocio de bebidas instantáneas en polvo en conjunto con Embotelladora CCU. La operación se concretó luego de que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) archivara la investigación sobre el tema.
Esta operación le permitirá a Carozzi diversificar el portafolio de marcas de Costa y Ambrosoli. “La adquisición nos permitirá ampliar nuestra oferta a los consumidores, no sólo en el competitivo mercado de confites y galletas, sino que también en el de cereales para el desayuno, con dos marcas chilenas de tradición familiar muy queridas en nuestro país como son Calaf y Natur”, afirmó Sebastián García, gerente general de Carozzi.
Al mismo tiempo, señaló García, “estamos optimistas frente a las oportunidades que se nos abren de seguir desarrollando de forma innovadora este negocio, en una industria que ofrece importantes oportunidades para potenciar el crecimiento de nuestras marcas no sólo en Chile, sino que también en otros mercados de Latinoamérica”.
El acuerdo con CCU contempla, asimismo, la creación de una nueva sociedad -Bebidas Carozzi CCU SpA- para el desarrollo de bebidas instantáneas, en la que Carozzi y Embotelladora CCU contarán con 50% de participación cada una. La nueva empresa contratará la producción y comercialización de refrescos en polvo bajo las marcas VIVO, Sprim, Caricia y Fructus a Carozzi y Embotelladora CCU respectivamente.
“Estamos seguros que el trabajo conjunto con CCU será exitoso, tanto por el prestigio y trayectoria de las marcas que incluye el acuerdo, como por la experiencia de ambas empresas en el desarrollo, producción y comercialización de productos alimenticios. Esperamos poder seguir satisfaciendo las necesidades de nuestros consumidores con propuestas innovadoras”, puntualizó Sebastián García.
Asimismo, sostuvo, “Chile es una economía abierta, que cuenta con muchos fabricantes de alimentos, más la presencia de las principales marcas del mundo. Es un mercado de grandes oportunidades de desarrollo, especialmente a través de una oferta de productos de mayor valor agregado, que permite ampliar las opciones a los consumidores”.