La renacionalización de la petrolera argentina acaparó las conversaciones en el 7° Foro Económico Mundial para América Latina.

No se hablaba de otra cosa en los pasillos, en los almuerzos y en los discursos oficiales el centro de convenciones de Puerto Vallarta. La pobreza, la innovación  y la productividad, temas habituales del encuentro, pasaron a segundo plano frente al takeover hostil lanzado por el gobierno de Cristina Fernández por el 51% la empresa de hidrocarburos controlada por la española Repsol-YPF.

“El camino a la prosperidad es el camino de la libertad de emprender, la certeza jurídica y la subsidiariedad”, dijo josefina Vázquez Mota, candidata del oficialista Partido Acción Nacional a la presidencia de México para referirse a la decisión argentina.

La estrategia de Rajoy es por tanto claro: aislar a Argentina y evitar que la tentación del “neosoberansimo” económico se propague en otros países. Ya cuenta con el apoyo del presidente mexicano y de los dos principales candidatos a sucederlo.

Su principal contendor, Enrique Peña Nieto, no le fue en zaga: “la ruta de la expropiación no es la que promueve la inversión y la competencia, sino la participación del sector privado”.

A pesar de la dura competencia electoral que libran, Vázquez Mota y Peña Nieto coincidieron además en la necesidad de inyectar capitales privados a Pemex, la que es parte indirecta del affaire YPF a través de su participación en la matriz española.

Pero las palabras más duras las vinieron, por cierto, del presidente del gobierno español, para quien la estatización de YPF “afecta y mucho a la reputación de Argentina”. Y no se quedó en ello, deslizando además  una alusión directa al daño de imagen que la decisión de Cristina Fernández podría provocar en otros países de la región. “El esfuerzo encomiable de los gobiernos latinoamericanos para transformarse en destino de inversión no puede verse empañado por acciones puntuales, pero que pueden interpretarse erróneamente por los que saben menos acerca de la región. España trabajará porque esto no corra, porque sería muy injusto”.

La frase fue recibida con sonoros aplausos y vítores por los asistentes al Foro, muchos más de los que recibió el presidente de Panamá, Otto Pérrez Molina, un ex director de inteligencia de seguridad que hoy aboga por la despenalización de las drogas para terminar con la violencia que desangra a su país.

La estrategia de Rajoy es por tanto claro: aislar a Argentina y evitar que la tentación del “neosoberansimo” económico se propague en otros países. Ya cuenta con el apoyo del presidente mexicano y de los dos principales candidatos a sucederlo.