Los factores externos e internos en Chile solo construyen un camino para el dólar en el país, el cual es que este siga subiendo su precio. Ahora, ¿llegará nuevamente a los $ 1.000?

Analicemos. Hace poco, la Reserva Federal de Estados Unidos, en su última decisión de tasas, subió el tipo de referencia de un 3 a 3,15%, incremento de 75 puntos de la tasa de interés para luchar contra la inflación en ese país. Si bien esta alza estaba considerada por el mercado, las proyecciones generaron bastante temor.

En esta línea, la proyección de inflación para el próximo año sufrió un aumento; se esperaba un 5,2% en junio de 2022 y un 2,6% para 2023, sin embargo estas estimaciones se incrementaron a un 5,4 y un 2,8% respectivamente, o sea inflación solo al alza.

Por otra parte, la proyección del PIB de Estados Unidos pasó de un 1,7% en junio de este año a un 0,2%, y con la recesión que vive, se ve difícil que el país gobernado por Joe Biden pueda revertir la situación.

Todos los factores anteriores generan una mayor apreciación del dólar.

Considerando el presente de otros países, como la debilidad económica en China y del mundo, hemos visto caídas en el precio del cobre, lo que genera menores expectativas de ingreso de dólares a Chile. Cuando hay menos dólares, se produce un exceso de demanda, lo que se traduce en una apreciación de su cotización, todo esto en virtud de que el metal es nuestro principal producto de exportación por lejos (más del 50% entre el cobre y sus derivados).

En el escenario local, tenemos incertidumbre política y económica post plebiscito, y hay que sumar también la recién terminada intervención cambiaria del Banco Central. Esta buscaba mantener la estabilidad del valor del dólar-peso, pero solo duró unas semanas, ya que los fundamentos en Chile como la incertidumbre, nueva Constitución y el escenario económico débil, sumados a los factores externos, apoyan a que el dólar siga al alza.

Teniendo en cuenta todas estas variables, la proyección es que más pronto que tarde, el dólar en Chile vuelva a alcanzar los $ 1.000, pero este hecho también abre la puerta a que la cotización de la moneda estadounidense continúe aún más al alza y vaya a buscar un nuevo techo, cercano a los $ 1.070.