Con esta frase paradójica pero ecuatorianamente expresiva, el maestro Lucho solía contestarme cuando le pedía hacer algo que estaba fuera de su alcance. Se me ocurre que viene bien para calificar la posibilidad de que la oposición ecuatoriana enfrente con un solo candidato al actual presidente en las venideras elecciones de 2013.

Veamos si no las posibilidades. La izquierda “infantil” y los movimientos indígenas son los que honestamente han puesto el pecho en el enfrentamiento con el gobierno. Ellos lo han dicho muy claro: con la “derecha”, ni a misa. En la “derecha” he oído a su vez: con Acosta y los indios, ni a misa. En este último sector incluso se alentaría una candidatura de izquierda-izquierda, para que mine votos por ese costado al oficialismo. Así, olvídense de un frente desde el MPD hasta el PSC.

El ex presidente Lucio Gutiérrez se muestra abierto a un frente amplio con quien quiera. Su postura es clara: encantado con una candidatura de unidad, pero que esta salga de primarias o de encuestas fiables. Lo dice muy confiado, porque ganaría fácilmente con cualquiera de los dos métodos. El problema viene después porque, suponen los analistas, que si bien puede alcanzar en tales eventos significativos volúmenes de voto, tiene un “techo” muy bajo, es decir es un seguro perdedor en una elección general. Además, sectores que participaron en la rebelión “forajida” y que hoy coinciden en la oposición, tienen muchas, por no decir totales, reticencias a juntarse con el que derrocaron con tanto entusiasmo.

Parece que la estrella de Álvaro Noboa se encuentra en fase menguante definitiva. Eso ya se sabía en 2009, a pesar de lo cual el magnate bananero se empecinó en ser candidato. Se especula que persisten las mismas razones que lo llevaron a esa inmolación y que, decidan lo que decidan los otros sectores de la oposición, insistirá por quinta ocasión. ¿Quién o qué lo presiona a obcecarse así? Solo él lo sabe. ¿Y el resto? ¿Las antiguas Democracia Popular e Izquierda Democrática, podrán unirse con el PSC y Madera de Guerrero? ¿Los grupos nacientes, como Concertación y Creo, hipotecarán su futuro aliándose con la vieja partidocracia? Un poquito imposible.

Todos los movimientos políticos ecuatorianos, con excepción de las izquierdas, no trabajaron lo importante, lo definitivo: las ideas, el análisis, los postulados, en la creación de una visión del mundo...

En nueve meses no se van a producir los virajes profundos, que se requieren para lograr la unidad de la oposición. Y, lamento decirles, que me parece muy bien. La fanesca está buena para Semana Santa, pero ayer comenzó la Pascua. Todos los movimientos políticos ecuatorianos, con excepción de las izquierdas, no trabajaron lo importante, lo definitivo: las ideas, el análisis, los postulados, en la creación de una visión del mundo... creyeron que era cuestión de redactar recetas de aguas aromáticas aceptables para todos. Si piensan seguir por ahí, prepárense para aguantar décadas de lo mismo. Ya sabemos que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, a lo que alguien ha añadido con sabiduría, que cada país tiene la oposición que se merece.

*Esta columna fue publicada originalmente en El Universo.com.