Las membresías han estado entre nosotros durante mucho tiempo. Basta recordar las suscripciones para recibir diariamente un periódico en nuestra casa y, al mismo tiempo, juntar colecciones exclusivas. También cuando nos hacíamos “socios” de un videoclub para poder arrendar películas y acceder a primicias o a descuentos en otros productos.

Con este modelo de suscripciones, no sólo accedemos al servicio contratado, sino que ahorramos dinero en envíos, podemos ver contenidos primero que otras personas, acceder a servicios de streaming, incluso es posible omitir publicidad o disfrutar de mayor calidad en la definición de la imagen sólo por mencionar algunas de las ventajas del modelo.

Quien ofrece la suscripción suele incrementar la fidelidad que tiene el cliente con la marca y/o servicio y las ocasiones de consumo. El suscriptor, por su parte, acepta adherirse porque percibe que hace un gran uso del servicio, y que a la vez se ahorrará la decisión de compra mientras obtiene más beneficios.

Según un estudio realizado por la consultora Gartner, en los últimos siete años la subscronomics -teoría económica de la innovación con los nuevos modelos de negocio de suscripción- ha crecido más de un 300% y se espera que el 75% de las organizaciones que venden directamente a los consumidores ofrezcan servicios de suscripción en 2023.

Este es un modelo que no ha parado de crecer y de evolucionar. En 2021, en promedio, los consumidores de América Latina agregaron un 50% de nuevas suscripciones desde el comienzo de la pandemia, lo que representa un aumento en la región de dos suscripciones a tres por persona[1]. Por supuesto que este crecimiento es relevante para las compañías que los ofrecen, pero más importante aún es ofrecerles experiencias diferenciadas que mantengan su atención y fidelidad en este tipo de modelos.

A diferencia de hace diez años, la subscronomics crece tomando presencia en nuevas y diferentes industrias como la tecnológica, alimentaria o la automoción. Mientras se crea en el imaginario colectivo la creencia de cuál es el tope de suscripciones que un usuario puede adherir, las compañías avanzan creando alianzas que potencian sus membresías; como súper apps que ofrecen envíos gratuitos junto con servicios de streaming.

Por lo anterior, es importante que, en sus modelos de suscripciones, las marcas se comprometan a entregar una experiencia lo suficientemente positiva para que la comunidad se mantenga; integrando continuamente mejoras en los servicios, consumo ilimitado y descuentos o contenidos preferentes que aporten a la experiencia del usuario haciéndole la invitación a relacionarse a un nivel mucho más profundo de participación.

La experiencia del cliente es sin duda uno de los pilares que el modelo de suscripciones debe tener en cuenta a la hora de planificar cada uno de sus movimientos, ofreciendo experiencias hiper-personalizadas que hagan sentir especial al usuario por formar parte de esta comunidad premium.


[1] C-Space Subscription Services in Latin America & Caribbean report, Mayo 2021.