Internet ha revolucionado el mundo, tiene más de 40 años y ha alcanzado más de 2,4 billones de usuarios. Ha sido un periodo de evolución para la Humanidad, transformando estilos de vida, hábitos y procesos. Está presente en todos los ámbitos del ser humano. ¿Quién se imaginaría lo lejos que iba a llegar esta gran invención? Convirtiéndose ahora en una revolución tecnológica que se alimenta en ocasiones de los datos personales de cada individuo. Inclusive, se podría decir que nuestros datos navegan dentro de una red que para muchos es desconocida por ignorar lo que hay detrás de cada aplicación a la que accedemos.
No obstante, es importante hacer énfasis en que se entiende como dato personal a cualquier información que se refiera a una persona. A título enunciativo, estos datos pueden hacer referencia a los siguientes aspectos de una persona: familia, transacciones financieras, salud, solvencia económica, creencias religiosas, profesión, títulos y grados académicos, hobbies, salarios, ideas políticas, etc. En suma, el dato personal es información acerca de las personas, independientemente del medio que se utilice para captarla, almacenarla, manejarla, usarla, registrarla o comunicarla.
Inmersa en el mundo de la tecnología, desde mi conocimiento jurídico como abogado, entiendo que los individuos tenemos pleno derecho sobre nuestros datos personales, y que su regulación surgió como fruto de diversos hechos que progresivamente fueron recalcando la incidencia de la tecnología en el tratamiento de la información sobre las personas. Como el Derecho, en general, se crea para regular las conductas de la sociedad y, en tanto, esta rama de la abogacía nace con este fin.
Sin embargo, conocer lo que hay detrás de una red de navegación me ha permitido comprender desde un ámbito legislativo y tecnológico lo importante que es cuidarnos dentro de internet, tal como lo hacemos al caminar durante la noche en una calle oscura: teniendo precaución y alerta.
Los departamentos TI de las empresas buscarán innovar constantemente para ofrecer dentro de las organizaciones y a sus clientes protección a través de hardware y software de nueva generación, que respondan a las necesidades que origina la revolución tecnológica para ser aliados en el cómo y de qué manera desde la tecnología proteger los datos personales como un derecho y deber fundamental.
GDPR, de Europa al mundo
En ese sentido, si bien es cierto que internet es una revolución tecnológica, no es menos cierto que va de la mano con lo que se denomina "Derecho a la Protección de Datos Personales". ¿Por qué? Por el detonante que ha significado tal revolución y los hechos que ha desencadenado que, a su vez, necesitan ser regulados. Doctrinas del Derecho lo engloban como un Derecho Fundamental y, por lo tanto, es inherente a los individuos, pese a que vivimos en un mundo global e hiperconectado.
Así, desde Europa -precursor líder en materia de Protección de Datos- surge el "Reglamento General de Protección de Datos" (GDPR, por sus siglas en inglés) que ha marcado un antes y un después de su creación y proclamación a nivel mundial.
La GDPR es uno de los mayores cambios respectode cómo tratar la información personal. No sólo en el continente europeo, sino también en el resto del mundo. ¿Por qué? Porque unifica la legislación de todos los países de la Unión Europea y eleva los estándares para el resto del orbe, con un objetivo preciso: proteger más al usuario de la comunidad europea, frente al mal uso de sus datos, que van desde su número de identificación hasta su información genética.
¿Por qué involucra a países que están fuera del continente europeo? Porque la norma tiene carácter extraterritorial. Ejemplo: un hotel en Chile que recibe turistas españoles. Este hotel debe acatar la GDPR, ya que, pese a no tener actividades jurídicas en España, trata datos personales de residentes europeos.
Avance y protección
Por su parte, en cuanto a la legislación chilena, no existe reglamento que se asemeje al GDPR, sin embargo, dentro de algunas empresas ya hay el lenguaje y directrices en pro hacia un pensamiento esperanzador de que se publiquen y promulguen normativas chilenas al respecto, donde nos podamos regir todos.
En tal sentido, la tecnología seguirá avanzando. Los departamentos TI de las empresas buscarán innovar constantemente para ofrecer dentro de las organizaciones y a sus clientes protección a través de hardware y software de nueva generación, que respondan a las necesidades que origina la revolución tecnológica para ser aliados en el cómo y de qué manera desde la tecnología proteger los datos personales como un derecho y deber fundamental.