El presidente Mauricio Funes, de El Salvador, se ha manifestado en contra de la propuesta de su homólogo guatemalteco, Otto Pérez, para legalizar las drogas como mecanismo para luchar contra narcotráfico en la región. Funes, un político de centro izquierda que inicialmente favoreció la propuesta de Guatemala, manifestó su oposición poco después de la visita a San Salvador de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Janet Napolitano.
¿Por qué Funes retiró su apoyo original a discutir la legalización de drogas? ¿Ejerció Washington algún tipo de presión sobre el presidente salvadoreño? Es difícil de decir. En primer lugar, gracias al DR-CAFTA los países centroamericanos ya no enfrentan sanciones comerciales si llegaran a molestar a Washington. Al contar con un tratado de libre comercio con EE.UU., se eliminó la incertidumbre que enfrentaban los centroamericanos al depender de concesiones unilaterales por parte de Washington que constantemente necesitaban ser renovadas o que podían ser modificadas sin previo aviso.
Sin embargo, hay otro programa unilateral que podría explicar por qué el presidente Funes retiró su apoyo de la propuesta de Guatemala. Es el programa de Protección Temporal de Estatus (TPS por sus siglas en inglés), que otorga ciertos beneficios migratorios a ciudadanos de determinados países “que temporalmente se ven impedidos de regresar de forma segura, o bajo ciertas circunstancias, cuando el país es incapaz de manejar el regreso de sus ciudadanos adecuadamente”.
El Salvador fue designado como beneficiario de TPS en marzo del 2001, luego de que un par de terremotos causaran daños estimados en US$1.600 millones -cerca del 12% del PIB salvadoreño. Los beneficios fueron extendidos años después cuando el huracán Stan arrasó al país en el 2005. Sin embargo, siete años luego, el TPS se ha convertido en un punto de negociación permanente conforme los presidentes salvadoreños piden repetidamente renovaciones a Washington. Aproximadamente 212.000 salvadoreños se benefician del TPS.
Coincidentemente, depende del Departamento de Seguridad Nacional el renovar el TPS. Así lo hizo para los ciudadanos salvadoreños el pasado 10 de enero, pero los beneficios prescribirán el 9 de septiembre de 2013 -a menos que sea renovado.
El TPS también beneficia a ciudadanos de Honduras y Nicaragua y estos prescribirán también el próximo año. No esperemos mucho entusiasmo de Tegucigalpa y Managua sobre la propuesta de Guatemala.
*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Libremente del centro de estudios públicos ElCato.org.