El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó en su conferencia de ayer que la publicación en los medios de casos de falta de atención a pacientes, incremento en los cobros por atención médica y desabasto de medicamentos son parte de las “resistencias” que enfrenta su gobierno.
“Ha habido campañas para hablar de desabasto, de falta de medicamentos para niños con cáncer, enfermos de sida, todo eso”, se quejó.
El mandatario pidió “que me traigan los nombres” de los casos de personas que han sido afectadas por la desaparición del Seguro Popular y su sustitución por el Instituto de Salud para el Bienestar.
“Que nos ayuden, porque ahora le van a dar mucho vuelo a todas estas denuncias. Es natural, no quieren que se terminen con estas lacras”.
Los casos de niños con cáncer que no han recibido su medicamento a tiempo no son invención de los medios. No creo que toque a los periodistas hacer el trabajo de las autoridades, pero si se quiere un caso concreto, basta pedir informes sobre Luis Ángel, un joven de 16 años de edad, quien está en el cuarto piso del Centro Estatal de Cancerología Doctor Miguel Dorantes Mesa, de Xalapa...
Tras leer y releer la versión estenográfica de la conferencia, no me quedó claro si el Presidente estaba solicitando datos concretos para atender los problemas que han surgido desde el 1 de enero o si estaba pidiendo a los medios demostrar que lo publicado en días recientes es verdad.
“Van a seguir dándose estos casos y van a seguir señalándose en los medios, porque van a mantenerse las resistencias a que estas cosas cambien”, afirmó.
En mi caso, he venido entrevistando en la radio a los padres de niños con cáncer que, desde hace al menos cinco meses, se han enfrentado con el desabasto de medicamentos que representan la única oportunidad para que sus hijos puedan vivir.
También publiqué en este espacio, con base en documentos oficiales, que la escasez de un medicamento clave, el metotrexato, comenzó cuando la Cofepris ordenó al único laboratorio que lo producía suspender su fabricación e instruyó la retención de 17 mil viales mientras se investigaba la causa de muerte de niños en un hospital de Puebla en el primer trimestre del año pasado.
“Esto generó una fuerte presión a la disponibilidad del producto”, escribí en aquella columna, publicada el 6 de septiembre. “Quizá por desconocimiento –sería terrible presumir mala fe–, el organismo creó la crisis de desabasto del medicamento que estalló a finales de agosto, obligando a los padres de centenares de niños a salir a las calles a denunciar el problema”.
Como dijo ayer el Presidente, el gobierno atendió la crisis mediante la compra de medicamento contra el cáncer en Francia. Distintos medios destacaron que el ahorro que se consiguió fue mínimo –menos de 18 mil pesos–, lo cual no justifica el retraso que muchos niños padecieron en la aplicación de sus tratamientos. Y, como se había previsto, la medida resultó insuficiente.
Ayer el mandatario insistió en que su gobierno está combatiendo la corrupción que, sostiene, existía en el sector salud. “Acabar con la corrupción lleva algún tiempo, lo importante es no rendirnos”, afirmó. “Nos va a llevar tiempo porque van a haber estas resistencias, pero las vamos a ir superando y por eso estoy aquí todos los días”.
Pero los casos de niños con cáncer que no han recibido su medicamento a tiempo no son invención de los medios. No creo que toque a los periodistas hacer el trabajo de las autoridades, pero si se quiere un caso concreto, basta pedir informes sobre Luis Ángel, un joven de 16 años de edad, quien está en el cuarto piso del Centro Estatal de Cancerología Doctor Miguel Dorantes Mesa, de Xalapa, Veracruz, y sufrió una recaída porque no se le suministró el tratamiento en los tiempos establecidos por su protocolo.
En ese hospital, la dotación de medicamentos contra el cáncer es insuficiente. Falta no sólo metotrexato, sino también vincristina, ciclofosfamida, etopósido y citarabina, entre otros. Hay escasez de solución salina, catéteres y agujas, me dijo ayer Karla Arias, madre de una pequeña con leucemia
Lo que ocurre en el sector salud es una situación fácil de comprobar y de urgente atención por parte de la autoridad.
*Esta columna fue publicada originalmente en Excélsior.com.mx.