La pandemia del COVID-19 ha impactado en la economía mundial, lo que ha forzado tanto a grandes como a pequeños comercios a cerrar sus tiendas físicas y a adaptarse a la venta en línea para poder sobrevivir. Nuevos requerimientos, como el aforo máximo permitido, el distanciamiento social y el contactless, no siempre son medidas que todos los negocios, en especial los más pequeños, pueden adoptar, y si lo hacen tampoco resulta rentable.

Si las ventas online ya venían creciendo en los últimos años, estas cifras se dispararon durante 2020, superando cualquier proyección de crecimiento estimada previo a la llegada de la pandemia. De acuerdo a cifras recientes entregadas por la Cámara de Comercio de Santiago, se proyectan ventas por más de US$ 9.400 millones para el comercio electrónico este año, aumentando cerca del 55% la venta anual estimada online. Un ejemplo de esta nueva realidad es que esta semana comienza una nueva versión del Cyber Monday chileno, donde cada vez es mayor la cantidad de marcas que se adhiere a la iniciativa, y las ventas en cada nueva versión vuelven a superar a su antecesora.

Este tipo de eventos, hace algunos años atrás, eran percibidos como mal organizados, donde las plataformas no eran capaces de recibir una gran cantidad de clientes al mismo tiempo; también, había páginas donde había que realizar filas virtuales para acceder, y en muchos casos cuestionamientos a la seguridad en los procesos de transacción bancarios. Aunque algunos de estos aspectos negativos permanecen, gracias a la tecnología como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning, el e-commerce ha ido evolucionando para entregar una experiencia más personalizada a los consumidores y, de esta manera, lograr incrementar las ventas de las empresas.

Hoy, nos enfrentamos a clientes más exigentes, que no están dispuestos a transar la inmediatez en los servicios que reciben. Es así como frases como “espera para ser atendido” o “tu turno será en cinco minutos más” no son aceptables. Actualmente, es importante la velocidad, darle al consumidor lo que desea al instante. Las plataformas tecnológicas deben estar preparadas para enfrentar estos eventos, especialmente las industrias más demandadas, donde el retail aumenta en seis veces las ventas en comparación con un día normal. Lo mismo ocurre con industrias de tipo hogar y tecnología, cuyas ventas se incrementan hasta en 10 veces; e incluso los rubros más golpeados por el COVID, como el automotriz e inmobiliarias, pueden subir hasta en 15 veces sus ventas.

El futuro es ahora. Es así como tecnologías ya presentes en la compra online, como la realidad aumentada, la búsqueda visual y la búsqueda por voz, se seguirán potenciando y serán el foco de los e-commerce del futuro.

El e-commerce ha logrado quebrar las barreras del espacio físico de los retailers y otros rubros, transformando industrias, sobre todo este año debido a la contingencia, de una manera nunca antes vista. El escenario actual presenta grandes desafíos de adaptación, pero al mismo tiempo oportunidades para abrir y escalar negocios, y en ese contexto la tecnología también permite el desarrollo de instancias como el Cyber Day, donde se democratiza el acceso a las mejores ofertas para todos los chilenos.