Cuando se leen, se escuchan y se observan los despliegues informativos de la revista Semana y de la cadena de radio y televisión de la derecha colombiana de RCN, que luego reproducen en las diferentes redes sociales los líderes y seguidores del partido Centro Democrático y de los partidos aliados del Gobierno del presidente Iván Duque, sobre las interferencias rusas en las elecciones en Colombia uno sabe si ponerse a reír o sentarse a llorar al leer tantas desinformaciones prefabricadas por los estrategas políticos de la ultraderecha iberoamericana desde la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). Esta fundación es controlada por el expresidente del Gobierno español, José María Aznar, y es la fuente de decenas de documentos e informaciones para generar pánico y miedo en los electores latinoamericanos. Ahora especialmente en los colombianos a quienes advierten sobre los peligros que la peste de comunismo se tome el poder en las próximas elecciones en Colombia.

Esta fundación tiene nexos con la ultraderecha de los cubanos-americanos del Partido Republicano, sector del Senador Marco Rubio y de la Representante a la Cámara Federal por el Estado de la Florida, María Elvira Salazar. También tiene vasos comunicantes con otras de redes de fundaciones y think tanks en Europa, Estados Unidos e Iberoamérica para quienes desarrollan campañas políticas de satanización contra líderes políticos progresistas en América Latina. Tiene entre sus miembros a los expresidentes colombianos, Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango.

Los documentos e informaciones que producen sus estrategas políticos son los que toman como referencias informativas medios de comunicación de la derecha como Semana y RCN y que luego las bodegas del Centro Democrático y los partidos que integran la alianza política del Gobierno de Duque difunden en las diferentes redes sociales.

Y lo hacen con una perversidad asombrosa, señalando sobre los peligros del socialismo ruso, cuando saben que la Federación de Rusia no es un país socialista, sino un país con un modelo económico capitalista neoliberal, gobernado por Vladimir Putin, un presidente de ideología de ultraderecha y defensor de las políticas neoliberales, las mismas que defiende el uribismo en Colombia.

Su interés es generar pánico y miedo entre los electores incautos sobre las falacias del fantasma del socialismo. Una persona con mínimos conocimientos sobre política internacional sabe que los intereses estratégicos y hegemónicos de Rusia están concentrados en la guerra en Ucrania, en Europa Oriental y en Asia Central. Es allí donde concentra la defensa de su área de influencia y de seguridad estratégica contra el expansionismo de Estados Unidos y su aparato militar de la OTAN. En conclusión: Colombia no juega ningún papel trascendental para los intereses estratégicos y hegemónicos de Rusia en el mundo.