A veces se presenta a la tecnología como un verdadero enemigo para los niños. Esta visión se desprende desde la perspectiva del abuso de las consolas de videojuegos y hasta el uso de las redes sociales sólo para fin recreacional. Sin embargo, la realidad es otra. Hoy más que nunca es necesario aprender a valorar las ventajas que la tecnología ofrece, a la hora de educar a los niños.
De partida, es un hecho que la educación universitaria y escolar han optado por enfrentar la pandemis del coronavirus mediante el empleo de clases por videoconferencia, una alternativa que no hace muchos años atrás era impensada. El e-learning es una herramienta que hoy, a causa de la emergencia sanitaria, demuestra sus fortalezas, las cuales se han ido incrementado en los años recientes. En tanto, varios colegios ya están preparándose para hacer clases por esta misma vía y dejando a los escolares tareas para realizar en casa.
Es que la amplia gama de aplicaciones de videoconferencia que existen y se están poniendo a disposición, satisfacen las diferentes necesidades de clases a distancia para nuestros hijos, las que varían según la cantidad de alumnos, el nivel de interactividad, sincronía o asincronía, necesidad de exhibir todo tipo de archivos, calidad del soporte de la plataforma, etc.
Pero la tecnología no sólo es un aliado para la educación de los menores en esta cuarentena preventiva. Uno de los pilares de toda calidad de educación es la comprensión lectora e, íntimamente ligado a lo anterior, el acceso a fuentes bibliográficas. En este sentido, el tiempo ha demostrado que la lectura digital con posibilidad de hipervínculo es una ventaja superior a la hora de hacer más eficiente la enseñanza, en especial en estos momentos en que los alumnos no pueden acceder a fuentes de información presenciales.
El tiempo ha demostrado que la lectura digital con posibilidad de hipervínculo es una ventaja superior a la hora de hacer más eficiente la enseñanza, en especial en estos momentos en que los alumnos no pueden acceder a fuentes de información presenciales.
La cantidad de información en la web es ilimitada y puede filtrar su calidad de manera óptima con un buen orientador. Además, las posibilidades de intercambio de documentos digitales entre maestro y alumnos, así como el trabajo y corrección simultánea en línea, a través de plataformas como Google Docs, son virtudes que ya presentan resultados favorables, y estos se acrecientan durante el contexto pandémico. Sin contar que casi todo es gratuito.
Es importante señalar que la tecnología, como toda herramienta al servicio humano, no es que sea nociva en sí misma, sino que depende del empleo que se le aplique. Y en el campo de la educación remota de los niños, sin duda, ofrece muchas ventajas, porque los padres de forma creativa potencian el aprendizaje por medio de internet. Por ejemplo, hay un caso de una niña que juega a ser youtuber mientras explica lo aprendido en sus clases de francés. De esta manera, podemos usar la tecnología a nuestro favor y así reforzar lo aprendido en el colegio.
En este sentido, si logramos concientizar a los más pequeños de que la tecnología no sólo puede ser entretenida en lo recreativo, sino también en lo educacional, lograremos incentivar el uso de dichas herramientas hacia un objetivo mayor: el aprendizaje de los menores a gran escala.