Por sexta ocasión se reunieron los jefes de Estado del continente americano en el marco de la Cumbre de las Américas.
En otros años las cumbres han servido evidentemente para tomar la foto de todos reunidos amigablemente. ¡Hugo Chávez ha aparecido junto con Barack Obama y Álvaro Uribe cuando este último era presidente de Colombia!
Las Cumbres han arrojado uno que otro suceso para el anecdotario, como los pleitos entre el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el propio Uribe.
¿Qué dirá John F. Kennedy desde su tumba? y ¿Qué opinará la Dama de Hierro -Margaret Thatcher- de que todavía hoy esté en disputa lo que ella con tanto ahínco quiso dejar en claro que le pertenecía a Gran Bretaña?
Y ¿cómo olvidar la Cumbre de 2009 celebrada en Trinidad y Tobago en donde el presidente Chávez se acercó a Obama, quien apenas llevaba unos meses de haber llegado a la Casa Blanca, para regalarle el libro de Las venas abiertas de América Latina, que critica la histórica intervención de Europa y Estados Unidos en los asuntos latinoamericanos?
Pocas veces se han logrado acuerdos concretos como el alcanzado en 1994, durante la primer Cumbre de las Américas, en donde se firmó el compromiso de conformar un tratado de libre comercio que abarcara de Alaska a Argentina. Compromiso que sigue hoy durmiendo el sueño de los justos.
Otro acuerdo fue el signado en la tercera cumbre, en 2001. Con el fin de reforzar los instrumentos de la Organización de Estados Americanos, la OEA, que ya existían en materia de defensa de la democracia representativa, los asistentes a la Cumbre de las Américas firmaron la Carta Democrática Interamericana.
En esta sexta cumbre, celebrada este fin de semana en Cartagena de Indias, Colombia, tres temas llegaron como los centrales: Cuba, las Malvinas y la legalización de las drogas.
¡Pensar que medio siglo después se seguiría discutiendo el papel de Cuba en estos encuentros o el regreso de las Malvinas a Argentina!
¿Qué dirá John F. Kennedy desde su tumba? y ¿Qué opinará la Dama de Hierro -Margaret Thatcher- de que todavía hoy esté en disputa lo que ella con tanto ahínco quiso dejar en claro que le pertenecía a Gran Bretaña?
Cuba fue tema desde antes de arrancar la Cumbre. Rafael Correa, presidente de Ecuador, de plano anunció que no asistiría a Cartagena si Cuba no estaba invitada. Pero ¿cómo invitar a Cuba si uno de los requisitos para estar convocado es tener un régimen democrático?
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, dijo que habría que hacer matices a lo que cada país considera por democracia y libertad de expresión. ¡Ya sólo falta que, para no herir susceptibilidades, no se pueda decir que Cuba es y ha sido una dictadura por más de 60 años!
La discusión sobre la necesidad de legalizar las drogas se planteó como un principio necesario de ser abordado. Otto Pérez Molina, presidente de Guatemala, y el anfitrión, Juan Manuel Santos, hablaron de la necesidad de replantear una lucha que comenzó en los 70 y que no ha logrado sus dos principales objetivos: reducir el consumo de drogas y la fuerza de los cárteles.
Obama dijo que se puede discutir, pero su postura es un claro rechazo a cualquier legalización.
América se reunió y mostró sus divisiones con estos tres temas, que fueron el centro de la cumbre.
*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.