Chile es un referente en América Latina en los esfuerzos que se están haciendo para la igualdad de género en altos cargos corporativos. De acuerdo al estudio Spencer Stuart Board Index Chile publicado en enero pasado, hoy el 63% de los directorios tiene al menos una mujer y un 18,2% de sus integrantes son extranjeros.   Por otra parte, a nivel político vemos con alegría que próximamente habrá un gobierno con un gabinete conformado mayoritariamente por mujeres.

Tras haber estado en varios cargos corporativos a nivel latinoamericano, esta realidad, me alienta al llegar a este país a asumir mi nueva posición de gerenta general de Genomma Lab Chile.

Entre los múltiples desafíos que tenemos como Genomma Lab en esta materia, es asegurar la participación plena y efectiva de la población femenina, dando igualdad en las oportunidades de liderazgo, promoviendo una equidad responsable. Esto es clave para impulsar estrategias exitosas de negocios. Esto también es parte de nuestra estrategia de sustentabilidad 2025.

Cabe desatacar que durante 2021 alcanzamos la paridad de género en nuestras operaciones en 18 países en el continente incluyendo Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Centroamérica con un 51% de mujeres y 49% de hombres en sus filas. Así, se cumplió el compromiso adoptado con los Principios de Empoderamiento de la Mujer, que es una iniciativa de ONU Mujeres, a la cual Genomma se adhirió en septiembre pasado, y que propone que hasta 2025 las mujeres ocupen el 30% de los puestos de liderazgo.

Sin embargo, eso no es suficiente. Hay un largo camino por recorrer en la región para lograr una efectiva igualdad de género al nivel de países líderes en el mundo.

Estudios internacionales han evidenciado que la pandemia tuvo un impacto negativo en el ámbito laboral para las mujeres donde los 10 primeros meses de cuarentena retrasaron en casi dos décadas los avances de la igualdad de género en el trabajo.  No podemos permitirnos estos retrocesos.

Este avance debe darse en diversos ámbitos. Por ello, consideramos fundamental para la industria farmacéutica y cosmética de la cual somos miembro - así como en todas las industrias -, seguir promoviendo en cada una de las empresas la inclusión de género y cultural.

La diversidad permite generar ideas para el desarrollo de nuevos productos para nuestros consumidores y promueve un liderazgo participativo. Sabemos además que alcanzar este objetivo trae, entre otros beneficios, impactar positivamente en la imagen corporativa de una compañía, en sus resultados operativos y financieros y por supuesto en la conformación de sus equipos.

Reconocemos que la suma colectiva de las diferencias individuales, experiencias de vida, conocimiento, autoexpresión, capacidades únicas y talento que nuestros colaboradores aportan diariamente en su trabajo, representa una parte fundamental no solo de nuestra cultura corporativa, sino también de nuestros logros.

Por esto, es fundamental promover las diferencias expresadas en: edad, nacionalidad, discapacidad, capacidad física y mental, identidad o expresión de género, orientación sexual, origen étnico, origen racial, estado civil, embarazo, condiciones de salud, idioma o lengua, rasgos físicos, afiliación política, religión, creencias personales, opiniones, condición social o económica, o cualquier otra análoga.

La igualdad de género no es exclusiva de un sector, de un gobierno o de una población específica, sino que es tarea de todos, por eso es vital un esfuerzo público-privado para que más empresas den oportunidades equitativamente entre hombres y mujeres para los cargos y funciones esenciales para el correcto desempeño del mundo empresarial.