Hacen cosas raras las computadoras. Se quedan congeladas, abren ventanas que no sabemos para qué sirven, se niegan a obedecernos, nos ponen de mal genio, les queremos pegar. Todos hemos reclamado contra una computadora que no nos quiere obedecer. Pero según el científico jefe de Microsoft Research, Henrique “Rico” Malvar, eso está a punto de cambiar. “Cuando reclamen contra una computadora”, dice, “la computadora va a escuchar sus reclamos y les dará solución”.

Hasta ahora, cada vez que aparece un nuevo software o hardware -planillas Excel, smartphones, tablets- tenemos que aprender a usarlos y adaptarnos a ellos. “Pero la tecnología se adaptará a la gente en vez de que la gente tenga que adaptarse a la tecnología”.

Lo que los gobiernos deben hacer, opina Rico, es proveer infraestructura como banda ancha y computación en nube, ayudar a bajar los precios y fomentar las inversiones. Y la forma de apoyar la llegada de la magia es con herramientas que de innovadoras no tienen nada: las preferencias tributarias y los subsidios directos.

Rico habla como orador invitado en el Foro de Líderes de Gobierno que Microsoft ha organizado en Río de Janeiro. Lo acompaña el presidente de Microsoft América Latina, el colombiano Hernán Rincón. Y si el tema de Rico es la innovación, el de Rincón es el acceso. Hoy los smartphones tienen incorporados computadores que son casi gratuitos y los trabajos de procesamiento y aplicaciones de software se han vuelto mucho más baratos porque se están yendo a la nube, plantea. “La brecha digital ya no existe”, explica, “ahora la brecha es de oportunidad”.

Por eso, explica, Microsoft lleva años estableciendo alianzas con gobiernos y organizaciones no gubernamentales. “Queremos construir puentes”, dice Rincón.

En América Latina el problema es el acceso a la banda ancha, “pero la tecnología puede hacer la diferencia”, dice Rico. Microsoft está buscando aprovechar las viejas frecuencias UHF de transmisión libre de TV análoga, que ya no se usan tras la llegada de la TV digital. Si esas frecuencias se concesionan a proveedores de internet, “se puede dar banda ancha gratuita a comunidades mucho más grandes”, dice Rico, agregando que hay proyectos de este tipo en Colombia y Perú.

Rico se entusiasma con sus propias palabras. Microsoft está mirando las posibilidades del “wearable computing”, ropa computarizada, que podrá interactuar con las manos, el cuerpo y la voz, ropa que responde a tus emociones. “Hoy vemos gente hablando por teléfono que parece que hablan solos caminando por la callesola por la calle”, dice Rico. “Pronto vamos a conversar con gente que se nos va a aparecer en el aire a nuestro alrededor”.

Microsoft ya ha desarrollado aplicaciones de este tipo. Illumishare, por ejemplo, permite compartir superficies a larga distancia. Si uno quiere jugar al “gato” con un amigo usando Illumishare, uno marca una cruz o un circulo en un especio del gato dentro de la propia pantalla, y ese mismo dibujo le aparece instantáneamente a la otra persona en su pantalla, a kilómetros de  distancia.

Uno de los experimentos que más entusiasma a Rico, por su impacto en las comunicaciones, es el de un sistema que actúa como intérprete simultáneo en tiempo real.

El sistema combina reconocimiento de voz, traducción automática y síntesis de voz. Microsoft hizo un experimento de este tipo en Shanghai hace unos meses: un conferencista habló en inglés a un auditorio local y, en tiempo real, sus palabras eran traducidas al mandarín por una computadora. El sistema además sintetizaba una voz idéntica a la del conferencista, de modo que la voz que salía por los parlantes tenía la voz del orador, pero daba el discurso en mandarín.

¿Y por qué hablar de todo esto en un foro de líderes de gobierno? Los gobiernos no son quienes deben desarrollar estos proyectos, porque eso es algo que hace mejor el sector privado. Pero los gobiernos sí deben apoyar a la empresa privada en estos emprendimientos. Lo que los gobiernos deben hacer, opina Rico, es proveer infraestructura como banda ancha y computación en nube, ayudar a bajar los precios y fomentar las inversiones. Y la forma de apoyar la llegada de la magia es con herramientas que de innovadoras no tienen nada: las preferencias tributarias y los subsidios directos.