¿Geo qué? A inicios de los 90 Edward Luttwak acuñó el término haciendo referencia a cómo la geopolítica y la economía interactúan en las relaciones internacionales; el equilibrio de poderes ya no sería medido por la fuerza militar como antaño, pero por el uso de medios económicos para conseguir objetivos estratégicos; las nuevas guerras.  

El rol de la geopolítica en economía y mercados financieros es cada vez mayor, siendo bastante evidente en 2022 en la que fenómenos como el conflicto Rusia–Ucrania y los rezagos del COVID produjeron una alta inflación (alimentos, energía) y una rápida y contundente respuesta de bancos centrales. Esta respuesta generó una marcada volatilidad en los mercados financieros (con caídas de doble dígito en acciones y bonos de entre 10% a 20%).

Una nueva era 

Los riesgos geopolíticos lejos de ser efectos de corta duración, se han convertido en riesgos estructurales con efectos duraderos en los mercados pudiendo escalar rápidamente y reforzarse creando una tormenta perfecta. Por ejemplo, el conflicto ruso-ucraniano con un origen local tuvo un impacto global que afectó el precio de la energía (gas, petróleo), granos (trigo) y ruptura de cadenas de producción. 

La sucesión de eventos encadenados que antes eran clasificados como eventos de baja probabilidad (tail risk) son más frecuentes y forman parte de una nueva era con ciertos elementos a destacar:

  • Fragmentación: Las economías lejos de integrarse (globalización) se están fragmentando en bloques económicos más próximos. Los recientes eventos han expuesto la fragilidad de cadenas de producción y dependencia energética; los países y firmas para proteger estas cadenas están migrando a cadenas más cercanas (onshoring)
  • Baja cooperación: Existe una alarmante baja cooperación entre naciones de manifiesto en problemas globales. Es de resaltar la nula cooperación entre China y USA durante el COVID-19.
  • Confrontación geopolítica: Según el World Economic Forum será uno de los mayores riesgos en los próximos años; el uso de la política económica como un arma geopolítica. 

Riesgos recargados

2023 en adelante nos mantendrá bastante ocupados con un sinnúmero de riesgos geopolíticos en desarrollo: 

  • Tensión comercial China-USA: La competencia entre ambos países y restricciones impuestas ha elevado la tensión y generado un desacoplamiento tecnológico global.
  • Conflicto Rusia-Ucrania: Si bien se ha reducido su intensidad y efectos, se avizora un conflicto duradero cuyo riesgo de escalamiento persiste. 
  • Supremacía energética y cambio climático: El cambio climático y la migración hacia energías renovables genera un choque de poderes entre economías con otras fuentes de energía. 

Implicancias para inversionistas

Los riesgos geopolíticos repercuten en las decisiones de política de los países (incremento de tasas, impuestos, restricciones comerciales) lo cual impacta las principales variables macroeconómicas (crecimiento, empleo, tasas, inflación) con consecuencias directas en los activos financieros a través de primas por riesgos y retornos esperados; es decir un efecto en cadena. 

Existen algunos índices que buscan medir la magnitud de los riesgos geopolíticos que podemos usar como herramientas tales como el Geopolitical Risk (GPR) Index, el Global Economic Policy Uncertainty (EPU) Index, o el BlackRock Geopolitical Risk Indicator (BGRI). Según estudios (Caldara y Iacoviello) un incremento en el GPR de 1% ha estado asociado a caídas en el mercado accionario de entre 1% a 3%.

Esta nueva era —más turbulenta, persistente y compleja— nos exige no solo estar más alertas de los desarrollos y riesgos geopolíticos, sino también cuantificar su impacto en los portafolios de inversión.