¿Cómo atraer clientes? Esa es la principal pregunta que se hace una pyme al iniciar. Ninguna empresa o negocio es sostenible si no hay alguien dispuesto a pagar por lo que se ofrece, y el cómo llegamos a ese potencial comprador es de vital importancia.

Una tendencia que se ha comenzado a masificar en este último tiempo son los marketplace en redes sociales, básicamente dándole la opción al comprador de ver los productos en la app y en algunos casos hasta pagar desde la misma plataforma en vez de pasar a un sitio de terceros. Pero ¿cómo afectan estos comercios de redes sociales al panorama del e-commerce? ¿Son una amenaza para la venta online como lo conocemos hoy? y ¿cómo se les puede sacar el mejor provecho?

Revisemos punto por punto, para empezar el gran beneficio de este tipo de herramientas es su masividad, el poder llegar a una cantidad enorme de personas, ya que, en general para quien tiene un negocio y no es conocido, la estrategia va por ese lado, por lo que no llegan a ser una amenaza para los e-commerce propios de las empresas. ¿Por qué? Porque cuando una empresa crea su propio sitio lo ornamenta con banners, pop-up, el “look and feel” de la marca y que le gusta al cliente, además de mostrar su valor agregado y de marca, lo que no es posible a través de estos marketplace.

Por lo mismo, se establece un medio de fidelización para que los prefieran por sobre los demás, algo que en redes sociales no se puede hacer, pues no solo hay una inmensa cantidad de clientes, sino que también de negocios. Muchas veces al cliente de redes sociales no se les puede captar como se quisiera porque no se tiene una propuesta única, la tienda es estándar y también lo son el tipo de productos. Por eso tener un canal propio más que una opción es una necesidad.

Ejemplo de lo anterior es Testardos Pizza, un local de nicho y reconocido en el mercado chileno. En particular, podrían apostar por las redes sociales, pero tienen a consumidores ya fidelizados que son amantes de sus ingredientes, masas y condimentos por lo que en este caso siempre van a preferir su canal directo.

Entonces ¿qué hacemos con estos marketplace? A mi parecer lo mejor es usarlos como una catapulta para llegar a algo propio. Son una buena oportunidad para que los que recién se están aventurando en el mundo de los negocios se hagan conocidos y lleguen a más gente, pero no pueden ser la plataforma principal a largo plazo. Aun así, ambas plataformas se complementan porque pueden captar a distintos tipos de clientes que no necesariamente buscaban ese producto.

Una vez implantada la masividad, hay que analizar quiénes son los que consumen nuestros productos y armar el e-commerce de la marca orientado a fidelizar y retener a este público, ya que naturalmente uno converge a una cartera de clientes recurrentes, que se sientan parte de la  marca y que finalmente  la ayudan a crecer sosteniblemente en el tiempo.

Por último, no sería extraño que a mediano plazo, las apps de última milla integraran estos marketplace, porque poseen un gran potencial y una oportunidad a nuevo canal de venta que no se debiera desaprovechar. Eso sí, dejando en claro el sitio web propio siempre debe primar.