Esta pregunta claramente no tiene una respuesta única. Podríamos responder fácilmente “depende…”, pero de qué? 

De cada afirmación sobre el tema, normalmente se desprenden varias inquietudes o consideraciones. Por ejemplo, si hablamos de posibilidades estadísticas a la hora de encontrar un trabajo, según estudios internacionales el perfil más demandado por las empresas son jóvenes de entre 26 a 35 años que tienen experiencia en el puesto solicitado o afines.

Pero es cierto que, a mayor categoría de puesto solicitado, más experiencia se requiere y más edad hay que tener. 

Una persona de mayor edad podría ser mucho más adecuada si la empresa requiere a alguien con mayor estabilidad emocional y laboral, o que cuente con mayor experiencia de vida al haber pasado por éxitos y fracasos, ya que entregaría otro tipo de visión y experiencia a la compañía.

Sin embargo, las personas con edad más avanzada normalmente han escalado etapas en la organización de la empresa y, objetivamente hay menor número de cargos a mayor nivel de la pirámide organizacional.

También lo podemos ver dependiendo de lo que busca una empresa al momento de contratar a alguien:

Una persona de mayor edad podría ser mucho más adecuada si la empresa requiere a alguien con mayor estabilidad emocional y laboral, o que cuente con mayor experiencia de vida al haber pasado por éxitos y fracasos, ya que entregaría otro tipo de visión y experiencia a la compañía.

Algunos estudios revelan que los trabajadores de avanzada edad tienen una mayor dedicación profesional y duración en el empleo. Por lo general, las aptitudes, la experiencia y la madurez de los trabajadores mayores compensan los potenciales problemas como una peor salud relacionada con la edad.

Por otra parte, las empresas pensarán en una persona más joven si el perfil requiere de mucho uso de nuevas tecnologías, porque los jóvenes han crecido mientras las utilizaban y les resultan más naturales. También es importante cuando se piensa en los idiomas; por lo general la gente mayor no ha tenido la posibilidad de aprender bien un segundo idioma y los jóvenes tienen mayores oportunidades. Además, cuentan con la posibilidad de aceptar salarios más bajos, debido a que en general tienen menores gastos fijos.

En otras palabras, así como el conocimiento fresco de un técnico o profesional joven en su área puede contribuir al crecimiento de una empresa, la experiencia laboral de un adulto maduro contribuiría a proponer nuevas alternativas.

El contexto cultural también es un factor importante:
Un dato interesante es que en Alemania el número de trabajadores mayores de 60 años ha alcanzado sus niveles más altos en los últimos cinco años, en los que ha aumentado en 81,7%. Es decir, probablemente en estos momentos donde la volatilidad ha sido relacionada directamente con la crisis financiera de los períodos recientes, las empresas de un país como Alemania están valorando más la estabilidad.

Algo que no podemos olvidar preguntarnos es dónde reside la juventud. Podemos decir que reside en el espíritu y en la voluntad. La actitud es lo que marca la diferencia y por lo tanto siempre una persona debería ser más valorada que por su edad.

De esta forma, podemos concluir que si bien la edad es un factor importante, no es el único al instante de considerar una nueva contratación. El momento que atraviesa una empresa, el cargo, el perfil requerido y el contexto cultural, otorgan posibilidades reales a profesionales de todas las edades. Lo importante es que estos puedan ajustarse a los requerimientos del empleador.