Elba Esther Gordillo se creyó intocable y ahora sabe que no lo era. Que no lo es. Su aprehensión fue un golpe brutal político, estratégico y también contra la corrupción.

Golpe brutal, pero no mortal.

¿Qué papel y cuánto poder dejará la salida de La Maestra del SNTE a la CNTE, este grupo de maestros que en muchos sentidos son más radicales y dañinos para la educación del país? Si con Elba en prisión la CNTE se fortalece, mala noticia será para México.

Elba desde prisión nos deja con una serie de preguntas.

¿La caída de la lideresa va a ocasionar algo similar a lo que ocurrió con el quinazo, cuando salió Joaquín Hernández Galicia, La Quina, con su corrupción, pero entró Carlos Romero Deschamps para demostrar que aquello de pasar de Guate-mala a Guate-peor sí que es posible?

¿Quién llenará el vacío de poder de La Maestra? A nivel magisterial, ¿tendremos otra cara cubierta por el mismo manto de corrupción o finalmente se buscará sacar adelante una reforma que obligue a hacer transparentes los gastos de recursos de los sindicatos para que, ahora sí, el golpe a la corrupción sea mortal?

Y a nivel político, esos tres o cuatro puntos porcentuales electorales de los que se jactaba Gordillo de poder colocar en donde quisiera, con el político que ella eligiera, ¿a dónde irán a parar ahora?, ¿los asume de inmediato el PRI de Enrique Peña Nieto?

¿Qué pasará con el Partido Nueva Alianza? ¿Quiénes tomarán las riendas? ¿Qué es lo que querrán promover, proponer, empujar?

¿Qué papel y cuánto poder dejará la salida de La Maestra del SNTE a la CNTE, este grupo de maestros que en muchos sentidos son más radicales y dañinos para la educación del país? Si con Elba en prisión la CNTE se fortalece, mala noticia será para México.

Más preguntas:

¿Qué pensará de esta aprehensión alguien como José Antonio Meade? Como funcionario público, su desempeño destaca de forma positiva, tanto, que pasó de Hacienda con Calderón a Relaciones Exteriores con Peña Nieto. ¿Cómo justificar que hace unos meses Hacienda nada vio y ahora sí?

La misma pregunta es válida para el también ex secretario de Hacienda y hoy senador Ernesto Cordero, quien ha dicho que no se hizo nada porque nada se vio. ¿Nada se vio o nada se quiso ver?

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.