La alta inflación que está afectando a las economías mundiales tiene efectos en varios ámbitos. Uno de ellos es la inversión. Comúnmente escuchamos que “el efectivo es el rey”. Creemos que en el contexto de un portafolio de inversión no siempre es, por lo menos no hoy en día. El efectivo está sujeto a una pérdida segura de poder adquisitivo cuando se tiene en cuenta el efecto corrosivo de la inflación. Esto es especialmente cierto en el entorno actual, donde la inflación está en máximos de una década.

Si la ponderación del efectivo en una cartera es demasiado grande y se mantiene por un período de tiempo prolongado, esta probablemente será una inversión subóptima en términos de preservación de la riqueza en el futuro. Por lo tanto, recomendamos a los inversionistas que reduzcan su cuota de efectivo si ésta es mayor a lo que dicta su perfil de riesgo.

En ese sentido, resaltamos cinco alternativas interesantes al efectivo:

La primera opción son los bonos corporativos de corta duración denominados en dólares americanos, francos suizos o euros. Los diferenciales de crédito de bonos corporativos descuentan una recesión leve, mientras que los mercados de tasas de interés esperan que los bancos centrales ajusten su política hacia el nivel neutral o superior. Este desarrollo inusual ha llevado los rendimientos de los bonos corporativos a niveles atractivos, particularmente aquellos con calificación BBB o superior.

En segundo lugar, están los ETF. En vista de los movimientos en rendimientos de bonos del Tesoro americano, vemos oportunidades en algunos fondos pasivos que aprovechen oportunidades específicas a lo largo de la curva.

Por otro lado, encontramos los mandatos discrecionales y fondos mutuos como opción interesante para muchos inversionistas. Creemos que un manejo activo del portafolio de inversión por parte de un equipo de profesionales puede ayudar a los inversionistas a navegar el actual ambiente incierto. Sugerimos considerar opciones con enfoque en renta fija de baja volatilidad y con una estrategia multi-activos y exposición a regiones como Suiza.

La cuarta opción son los productos estructurados. Estos pueden darle al inversionista exposición a tasas flotantes en dólares americanos, francos suizos o euros. También pueden proteger su capital al mismo tiempo de que le permiten capturar un alza potencial en ciertos índices accionarios.

Finalmente, destacan las acciones con altos dividendos. Una canasta de acciones en Estados Unidos y Europa, que paguen dividendos altos, podría ayudar al inversionista a proteger su patrimonio de la inflación.