México tiene uno de los sistemas educativos más grandes en América Latina. Con una población en donde 50% tiene menos de 25 años, es además previsible que el sector crezca aún más. De acuerdo a las cifras más recientes, en México hay 33 millones de estudiantes enrolados en diferentes niveles académicos. Sin embargo, todavía hay mucho por hacer para mantener a esos alumnos en las aulas y, sobre todo, hacer que la experiencia del aprendizaje sea relevante y ofrezca a los jóvenes una preparación con bases sólidas, que a su vez les brinde perspectivas más brillantes.
Reino Unido y México comparten prioridades estratégicas y una de las más importantes es la educación. Mi país, al igual que el suyo, sabe que invertir en educación, ciencia y tecnología es clave para generar un crecimiento económico sustentable y liderazgo global. Mi gobierno está convencido de que podemos trabajar con México y compartir la experiencia británica en este sector. El British Council, por ejemplo, ya ha hecho una extraordinaria labor acercando las opciones educativas a la población mexicana, a través de iniciativas como la feria Education UK.
Nuestro deseo es ayudar a las economías emergentes a lograr sus objetivos educativos y al mismo tiempo nutrirnos del ímpetu y creatividad de sus jóvenes poblaciones.
Además, en los últimos años mi país ha evidenciado oportunidades para la inversión británica en áreas como el suministro de equipos de cómputo en primarias y secundarias, la creación de materiales interactivos para matemáticas y ciencias, un uso más productivo del internet, la incorporación de nuevas tecnologías, la modernización del mobiliario en escuelas, la renovación de los laboratorios y el fortalecimiento de la enseñanza del idioma inglés. Reino Unido quiere aprovechar estas oportunidades y también compartir con México sus éxitos en ciencia e innovación.
La innovación es uno de los elementos más arraigados de la cultura británica. Nuestras ideas e inventos han ayudado a darle forma al mundo moderno. Desde el teléfono hasta la World Wide Web, pasando por los motores de naves espaciales y la tecnología para combatir el cambio climático, hasta los últimos avances biónicos, Reino Unido destaca por ser un lugar donde florecen los avances científicos. Nuestro deseo es ayudar a las economías emergentes a lograr sus objetivos educativos y al mismo tiempo nutrirnos del ímpetu y creatividad de sus jóvenes poblaciones.
Esta semana, la visita a México de David Willets, ministro de Educación para Ciencia y Universidades de Reino Unido, mostrará nuestro compromiso con esta visión.
Para los emprendedores británicos, México ofrece grandes oportunidades para el comercio y la inversión en ciencia, innovación y educación. Hasta el momento, mi gobierno ha cooperado exitosamente con México en este rubro, pero sabemos que hay espacio para seguir construyendo, fortalecer nuestros lazos y colaborar más eficientemente.
El ministro Willets se reunirá con los líderes educativos para promover la oferta británica en los términos de su aproximación al problema, sus instituciones y prestadores de servicios. Estamos seguros que México, un país que manda a más de 25 mil estudiantes al extranjero cada año; que gasta 41% de su presupuesto en educación y espera incrementar su número de graduados de instituciones de educación superior; que quiere hablar más inglés y conocer mejores maneras para enseñarlo; un país que desea incrementar sus capacidades de investigación científica e innovación tecnológica, escuchará con interés nuestras propuestas.
*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.