La campaña electoral por la presidencia de Venezuela cierra con algún parecido a como empezó. Encuestas para todos los gustos.
Como ya no se pueden dar cifras de intención de voto, ni tampoco exponer los escenarios que han dibujado las encuestadoras, circulan esta semana varias especies. Al menos tres han llegado a mi correo con base en estudios de empresas de trayectoria y otros que llegan sin ninguna credibilidad que los avale. No les hablaré de nada de eso. Solo se los comento porque sé que por las redes sociales circulan supuestos números.
Al cierre. El contexto en que se celebra el proceso del próximo domingo es muy diferente al de 2006. Por ejemplo, el candidato de oposición Henrique Capriles Radonski hizo una campaña ideal, en el sentido de que empezó desde atrás y avanzó no solo en reconocimiento, sino que despertó entusiasmo entre los seguidores de la oposición.
¿Qué eché de menos en esta campaña? Un debate que permitiera confrontar los puntos de vista de los candidatos con preguntas de fuentes de distintas tendencias y frente a todo el país.
El formato de sus actos de cierre fue como un show. Una tarima rockera en forma de cruz alargada donde daba su discurso, lo precedía siempre el líder de la región, en su alocución HCR enunciaba las promesas fallidas del gobierno nacional en la zona que visitaba; luego cuestionaba el programa oficial, pasaba a pedir el voto con algo de dramatismo. Antes o después tocaba un grupo.
Yordano y Caramelos de Cianuro lo hicieron en Caracas el domingo pasado. HCR no mejoró tanto el discurso, sino la presentación y trabajó mucho en su voz. En 2008 cuando finalizó la campaña por Miranda terminó ronco. Hizo una campaña que muchos califican de admirable por toda la demanda física que implicó andar de pueblo en pueblo y visitar varios estados en un mismo día. Esta última semana además sumó entrevistas en medios audiovisuales.
De lado del oficialismo que partió con amplia ventaja hubo una acelerada la última semana que se inició en Cabimas para pasar por los estados centrales y terminar ayer en Caracas en un acto que prometía ser alucinante, pero que se vio empañado por la lluvia, al punto de que el discurso final del presidente, quien habló bajo la lluvia, no duró más de una hora. Logró recuperarse con un recorrido por las calles. De todas maneras, Hugo Chávez hizo un esfuerzo físico extraordinario.
También reconoció las fallas. En varios actos los asistentes mostraban pancartas criticando a los líderes regionales. Por eso terminó prometiendo que sería un mejor Presidente. Usó mucho de show en sus actos, lo acompañaron el grupo Los Cadillacs y cantantes como Hany Kauam.
Ambos candidatos movieron gente y emocionaron, esto le añadió el diferencial con respecto a la campaña de 2006.
¿Qué nos espera? El nuevo período constitucional debe implicar cambios sustanciales en los actores políticos del país y otros factores.
El presidente Chávez vio con sus propios ojos las deficiencias del gobierno, las quejas de la gente y además sabe que de ganar debe hacer modificaciones que permitan incorporar de una vez por todas a la oposición a un proceso de cambios que se inició y no se sabe hasta dónde irá. Si fuese Capriles Radonski el ganador, sus retos serían sustanciales. Una transición requiere de mucho manejo de su liderazgo que no es precisamente sobre los dirigentes de los partidos políticos que le apoyan. Garantizar la gobernabilidad sería su prioridad.
¿Qué eché de menos en esta campaña? Un debate que permitiera confrontar los puntos de vista de los candidatos con preguntas de fuentes de distintas tendencias y frente a todo el país.
Comparto extractos de un artículo que escribió recientemente Félix Seijas, hijo:
"Los estudios de opinión política miden una batería de variables que, analizadas en conjunto, permiten establecer el comportamiento de matrices de opinión ante diferentes escenarios hipotéticos. Solo manejando la totalidad de estas variables se pueden plantear e interpretar de manera correcta estos escenarios. Ahora bien, la materialización de cada uno de ellos, como por ejemplo los escenarios para el resultado de una elección, dependerá de que las premisas planteadas bajo cada uno se materialicen.
... Las cifras que ven publicadas en medios sociales pueden corresponder a una de las siguientes situaciones:
1.- Es copia textual del resultado de una variable (pregunta) aislada del estudio, lo cual no permite una correcta interpretación y por lo general termina desinformando.
2.- La cifra es el resultado de uno de los escenarios posibles, quizás el que el analista que hace la información pública considera que es el más factible o, entrando ya en un asunto de ética profesional, el que él considera que "conviene" mostrar y
3.- Cifras inventadas con un propósito específico.
En ninguno de estos tres casos usted maneja la información completa y podría estar siendo víctima de un intento de manipulación".
*Esta columna fue publicada originalmente en ElMundo.com.ve.