2020 y 2021 han sido años de muchos cambios en las empresas, entre ellos la adaptabilidad al trabajo remoto. La falta de interacción presencial y el drástico cambio de trabajar en casa generó frustraciones que empezaron en el segundo trimestre de 2020 y que hasta el momento, seguimos experimentando. Hay empresas, como Justo, que durante la cuarentena logró crecer de forma exponencial. Se expandió a Perú, México y Colombia y está próximo a abrir los siguientes dos mercados: Ecuador y Costa Rica, expansiones realizadas totalmente a través del trabajo remoto. A pesar de los desafíos, la empresa ha escalado y sigue manteniendo una cultura de trabajo fuerte y entretenida. ¿Cuáles han sido sus principales desafíos y cómo enfrentarlos?
Lo primero es aceptar que se ha generado una revolución en la forma de trabajar y que no hay vuelta atrás en el sistema. Bajo esa premisa hay que modificar las formas ya establecidas como: reclutamiento, onboarding, aumentos, ascensos, comunicación, sesiones de brainstorming, entre otras. Por ejemplo, empresas del sector tecnológico han experimentado los siguientes desafíos como: el “hiper-growth”: contratación, engagement y bienestar y equidad de procesos de promociones
Contrataciones: Las empresas de tecnología que están en crecimiento suelen tener contrataciones rápidas, porque todo se necesita para ayer. Lamentablemente contratar sin un proceso claro, sale caro y desmoraliza al equipo, sobre todo si han crecido durante la cuarentena. Lo recomendable es entablar un proceso más largo e involucrar a más personas de la empresa, para ser una máquina de reclutamiento donde se evalúa el fit cultural, habilidades blandas y técnicas.
Engagement y bienestar: Mantener la moral y la alta motivación en el equipo de forma remota es un desafío. Las interacciones en la oficina han desaparecido y con el fin de minimizar el impacto negativo de la falta de interacción, los líderes y equipos de Recursos Humanos deben trabajar en conjunto para aumentar la cantidad de reuniones virtuales, generar espacios dentro de las reuniones para charlas no laborales, múltiples sesiones de Q/A a toda la empresa, y sobre todo All Hands online donde toda la empresa asista para hablar de temas empresariales relevantes.
Los beneficios juegan a favor en mantener el bienestar del equipo. El trabajo remoto suena fascinante: no tener que desplazarte a la oficina, despertarse más tarde, estar en casa con la familia. Pero esa falta de división entre vida laboral y vida personal genera altos niveles de ansiedad y estrés que no había antes. Estar pendiente del bienestar de las personas y poder ayudar cuando lo necesiten disminuye el potencial burn-out o cansancio del cual están sufriendo muchas personas. Políticas como tomar días libres ilimitados, asesorías con terapeutas o copagos de actividades deportivas, son algunas medidas que se pueden tomar para ayudar a mantener un equilibrio.
Equidad en procesos: Un estudio realizado por el MIT antes de la pandemia determinó que “los trabajadores remotos pueden terminar obteniendo evaluaciones de desempeño más bajas, aumentos más pequeños y menos promociones que sus colegas en la oficina” y esto se da gracias a los sesgos personales que existen. Por lo mismo, la forma de atacar y prevenir que esto suceda en el futuro es aterrizar objetivos claros por cada miembro de la empresa. Establecer modelos de medición que aseguren la igualdad y objetividad en un proceso de rendimiento, además de generar instancias como comités donde se evalúan las promociones.
Estos son algunos de los desafíos que se han hecho presentes durante la pandemia y que sin duda seguirán existiendo a medida que el mundo migre hacia un trabajo híbrido. Lo que deja de enseñanza esta experiencia es que los equipos son más resilientes y responsables de lo que se les daba crédito. Empresas como Justo han podido crecer gracias a las habilidades técnicas y blandas de todos los colaboradores, personas que han demostrado ser responsables. Este fenómeno de responsabilidad se ha visto en todos los sectores económicos de los países, sobre todo en industrias más tradicionales que durante años han mostrado resistencia frente al trabajo remoto o libertad y flexibilidad de horarios. Los cambios han llegado para quedarse y así, las empresas deben de demostrar qué tanto se adaptan o si se aferrarán a sus viejas tradiciones.