Los resultados del estudio “Talento Digital en el Perú 2022” de Es Hoy, desarrollado junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacan que el 97% de las empresas encuestadas confirman haber completado o estar en proceso de transformación digital. Todo parece apuntar a que, como país, hemos avanzado mucho en cuanto a nuestro desarrollo digital, lo cual sabemos que es vital para mejorar nuestra competitividad global.

Sin embargo, cuando hacemos un doble clic sobre estos avances, nos encontramos con un obstáculo no menor: la dificultad de encontrar el talento digital para llevar a cabo nuestros planes de transformación. Mientras que el 83% de las empresas encuestadas afirma que el desarrollo digital lo producen de manera in-house o mixta, el 79% dice también que tiene problemas para encontrar el talento para llevar a cabo estos planes de transformación. A esto, sumémosle que las empresas afirman que el 35% de sus trabajadores no cuentan con las capacidades digitales necesarias para realizar sus funciones.

¿Qué nos dice esta avalancha de datos? Nos enfrentamos a una situación donde las empresas peruanas están priorizando sus planes de transformación digital, sin embargo, su implementación se va volviendo cada vez más difícil. En un entorno donde la mayoría de industrias está girando hacia lo digital (productos digitales, servicios digitales, canales de venta digitales, mejora de eficiencias a través de soluciones digitales etc.), no estamos encontrando a las personas para que podamos ejecutar estos planes. Y como sabemos, lo más importante de un plan son, justamente, las personas que lo llevarán a cabo.

Llevo años escuchando de gerentes de TI, Transformación Digital, Recursos Humanos y gerentes generales, que el dolor de cabeza que enfrentan es, justamente, la escasez de talento digital. Lo curioso es que, por primera vez, podemos poner números a este fenómeno. Hoy ya sabemos que, en solo 12 meses, 60 empresas contrataron casi 3.000 trabajadores con perfiles digitales. 3.000 puede sonar como una cifra pequeña cuando la comparamos con la PEA total (aproximadamente 17 millones), pero pongamos en perspectiva que hace cinco años buena parte de estos puestos no existían. Es un nuevo empleo que se necesita para afrontar nuevas oportunidades. Y esta cifra solo seguirá creciendo en los siguientes 10 años.

Al tener tan clara la problemática, ahora nos toca encontrar la solución. Aquí es donde una mirada multidisciplinaria es importante. No podemos esperar a que las universidades o institutos adapten sus currículos a la velocidad del mercado, como tampoco deberíamos apalancarnos únicamente en importar talento de la región. Tenemos que empezar a invertir en nuestro talento peruano para que empiece a capacitarse en los lenguajes más demandados (SQL, Python, Java), y a la vez, como sector privado, empezar a apostar por talento que sea autodidacta o que haya llevado una formación corta en formato bootcamp.

Suena sencillo, pero estamos hablando de romper paradigmas de décadas de lo que buscamos en los CV de candidatos y candidatas. Requiere identificar nuevas instituciones educativas que operan fuera de los parámetros formales de educación superior y que apostemos por talento que se gradúe de sus programas. Significa revisar nuestros procesos de onboarding de nuevo talento, ya que no hay que asumir que es lo mismo recibir a un graduado de la universidad de cinco años versus un estudiante de un bootcamp de ocho meses. Esto también significa cambiar paradigmas en talento más joven, que empieza a responder la pregunta a la que todos nos hemos enfrentado en algún momento: ¿qué debo estudiar?

En Colectivo23 aún veo que nuestros programas más demandados por el público business to consumer (B2C) son los menos demandados por nuestros clientes business to business (B2B). Aún se apuesta mucho por la carrera que conoces o entiendes mejor. Los cursos de habilidades digitales más vendidos en el país siguen siendo relacionados a marketing digital, y por más que existe una demanda de marketeros con los últimos skills, las necesidades de las empresas están más concentradas en diseñadores UX/UI y desarrolladores. Tenemos que cambiar el paradigma de “¿qué estudio?”.

No existe una solución única para la brecha de talento digital que afrontamos, pero, así como no hay una solución única, veo oportunidades varias para muchos jugadores del mercado. Diversos países están invirtiendo en volverse “hubs de talento digital”. Yo sueño con un Perú que exporta talento a la región y al mundo. Como siempre, hay que empezar por casa y apostar por desarrollar miles de profesionales que puedan liderar los planes de transformación digital de las empresas. Y como muchas problemáticas que enfrentamos como país, la solución depende de todos: empresas, instituciones educativas, padres de familia, colegios, bancos (financiamiento para segundas carreras), y mientras más rápido vamos cambiando nuestros paradigmas, más rápido podemos catapultar a Perú al top 3 de madurez digital en Latinoamérica.