En mayo del 2021, comenté en una publicación que las aerolíneas de servicio completo deberían comenzar a analizar el costo, beneficio e impacto de la demanda de pasajeros de negocios con la finalidad de evaluar si era conveniente reducir los asientos en las cabinas de clase ejecutiva y agregar más asientos o pensar en desarrollar un nuevo producto como una cabina de asientos entre la clase de negocios y la económica o un producto Premium Economy. Igualmente, comentaba que los directorios de las aerolíneas deberían comenzar a pensar en posibles reconfiguraciones de cabina en el último trimestre de 2021 especialmente si los volúmenes relacionados al segmento de viajes de negocios y su rentabilidad asociada no se materializan en los próximos 12 meses lo cual está ocurriendo.
Hoy, observamos un ejemplo claro de esta tendencia debido a que los patrones de viajes de negocios han cambiado porque la forma en que las personas trabajan ha cambiado permanentemente. De tal manera, las aerolíneas tienen que ser flexibles y adaptarse sobre todo cuando se estima un cambio significativo en la composición de la demanda de pasajero. Como referencia, en promedio las aerolíneas de servicio completo generan un 70% de sus ingresos por el segmento de pasajeros de negocios con un volumen del 50% de su tráfico total. Igualmente, para estas aerolíneas su rentabilidad está directamente asociada con este lucrativo segmento de pasajeros.
Debido a los cambios en los patrones de viajes de negocios, hoy podemos observar dos ejemplos claros cambios asociados a productos ofertados por las aerolíneas y reconfiguraciones en las cabinas de pasajeros.
En Europa, Lufthansa Airlines opera cabinas Premium Economy en más de 100 de sus aviones de largo alcance y planea acelerar y expandir su producto Premium Economy en 2022. Igualmente, y basado en conversaciones recientes con colegas de la industria, al menos otras dos aerolíneas europeas harán anuncios de reconfiguraciones de cabinas impulsando productos Premium Economy en el primer trimestre de 2022.
En el medio oriente, Emirates Airlines añadió la cabina Premium Economy a su oferta de productos en 2021 de forma limitada, ya que prefirió realizar una prueba de mercado primero para evaluar posible canibalización y dilución de sus productos clase de negocios y primera clase. En la actualidad, la aerolínea avanza con un importante programa de reconfiguración de cabina de más de 100 aviones de fuselaje ancho. El plan es instalar cabinas Premium Economy en 53 Boeing 777 y 52 aviones A380 bajo un programa de modernización de 18 meses. ¿Seguirían Qatar Airways y Etihad Airways con esta estrategia? Lo más seguro es que sí.
Como sabemos, instalar cabinas Premium Economy no es una tendencia nueva ya que comenzó inclusive mucho antes de la pandemia, pero definitivamente la crisis de demanda de pasajeros asociada con la pandemia la ha acelerado y reforzado.
En América Latina, las tres aerolíneas de servicio completo bajo el Capítulo 11 posiblemente se vean en la necesidad de ejecutar una estrategia diferente que incluya desarrollar cabinas Premium Economy a expensas de sus clases ejecutivas en los segmentos de mediano y largo alcance. Una pregunta que me hago es: ¿por qué no se consideró esta estrategia como parte del proceso de reestructuración? Ciertamente, es algo que me desconcierta sobre todo cuando observo la tendencia mundial y los cambios en los patrones de viaje de los pasajeros de negocios.
Igualmente, es importante notar que las secciones “plus” como las ofrecen LATAM Airlines y Aeroméxico en las cabinas de clase económica no pueden ser consideradas como nuevos productos y si bien las aerolíneas pueden extraer un premium de ingresos por estas asientos los mismo generan una rentabilidad inferior que un producto netamente nuevo e independiente como la cabina Premium Economy.
En promedio los asientos Premium Economy ocupan un 10% más del espacio que en la clase económica pero generan mayor rentabilidad. Entonces, ¿no sería conveniente adicionar más asientos a una clase que pudiese generar mayor rentabilidad? Igualmente, los costos de modificación para implementar una cabina Premium Economy son menores que los de instalar una cabina de negocios. Por ende, los números favorecen la inversión y por eso observamos la creciente tendencia a nivel mundial.
Finalmente, la cabina Premium Economy es una estrategia que puede ayudar a las aerolíneas a maximizar los ingresos de las aerolíneas durante y más allá de la pandemia buscando generar mayores márgenes de rentabilidad bajo una estrategia diferenciada de segmentación, perfilación y de lealtad. La estrategia es de doble sentido: primero, de arriba hacia abajo o pasajeros de negocios que buscan migrar a un producto y servicio de menor valor adquisitivo pero más cómodo que la clase económica. Segundo, de abajo hacia arriba o pasajeros que buscan migrar de clase económica a un costo adicional a un producto y servicio mejorado como lo es la cabina Premium Economy.
Pero, adicionalmente que logran las aerolíneas con desarrollar y ofertar un producto en la cabina Premium Economy? Las ventajas son múltiples:
- Reducir los costos unitarios por asiento kilómetro.
- Encontrar un equilibrio entre los cambios en los patrones de viaje, comportamiento de compra y los presupuestos de viajes corporativos que se han reducido.
- Posibilidad de cobrar un ingreso "premium" a los pasajeros de la clase económica que deseen mejorar la experiencia de viaje con un producto y servicio diferenciado o Premium Economy.
- Desagregar los beneficios de la clase ejecutiva e implementar un producto de menor valor adquisitivo mientras se busca ofrecer un servicio de calidad en la cabina Premium Economy pero con la finalidad de cobrar por servicios adicionales bajo una estrategia de ingresos complementarios. Por ejemplo, prioridad del equipaje en la llegada, wifi, catering premium, etc.
- Optimizar los ingresos por pasajeros y márgenes entre otros.
Finalmente, ¿cuántos asientos deben ser considerados en la cabina Premium Economy? Esto depende de la ruta, el horario de salida y la competencia entre otros. Sin embargo y basado en un benchmark global, se observa que el estándar es que entre 8% a 11% del total de los asientos del avión deben ser asignado a la cabina Premium Economy inclusive cuando cuatro clases (primera, clase negocios, premium Economy y turista o económica) son ofertadas en el avión.