Aterricé en Rio de Janeiro el Lunes 17 de Junio y me convertí, de manera fortuita, en testigo de una de las mayores protestas de la historia reciente de Brasil. Cómo ya todos saben, las manifestaciones comenzaron como respuesta al alza de los precios del transporte público.
Sin embargo rápidamente, movilizándose a través de las redes sociales, los ciudadanos se alzaron contra el fracaso del sistema político para satisfacer las aspiraciones colectivas. Los manifestantes han expresado sus quejas contra las deficiencias del transporte público, el sistema de salud y la educación, pronunciándose además contra la corrupción. Una joven mujer portaba una pancarta que resumía las demandas claves en una sola afirmación: “Queremos políticas públicas eficientes”. Las manifestaciones son un llamado a la ética en una sociedad democrática que es, a la vez, una potencia económica emergente. Las protestas a través del país se han caracterizado, en su mayoría, por su creatividad y pacifismo.
Con las extensas inversiones para la Copa Mundial de la FIFA 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016 como telón de fondo, el mensaje de los manifestantes es que las elecciones y prioridades deben ser revisadas: “Estadios de primer mundo y hospitales de tercer mundo” y “Un buen profesor vale más que Neymar” son algunos de los mensajes (Neymar es la nueva figura dorada de 21 años del fútbol brasilero).
Lo que resulta también fascinante y alentador es que las instituciones, líderes, personalidades, artistas y ciudadanos brasileros están respondiendo en general, de manera positiva y constructiva a este movimiento. Neymar manifestó a través de twitter, su apoyo a las demandas por una mejor educación, salud y transporte público, relatando cuanto habían luchado sus padres contra esos deficientes servicios y cuanto tuvieron que trabajar para crearle oportunidades a él.
Gilberto Gil, un músico de renombre mundial, compositor y ex Ministro de Cultura del gobierno del Presidente Lula, señaló: “Estoy aliviado por esta insurgencia popular. Esto demuestra que hay una transformación, que el “Rey Tiempo” sigue siendo el rey. Todo se transforma, transcurre, las cosas van cambiando, surgen nuevas dudas, nuevas cuestiones, nuevas dificultades analíticas”. Cuando en un concierto se le pidió que se refiriera a las protestas, Gil respondió “No necesito hablar pues todos ustedes ya están diciendo mucho a través de Internet. Yo ya he huido de la policía por estas calles en el pasado. Ahora les toca a ustedes” En efecto, el 26 de Junio Brasil celebró el aniversario número 45 de la “Passeta dos Cem Mil” –la “Marcha de los 100.000”- en Rio de Janeiro en la que Gil, Caetano Veloso, Chico Buarque todos cantores y compositores populares, Clarice Lispector, escritora y Dilma Roussef, actual Presidenta de Brasil, se unieron a muchos otros en el movimiento estudiantil contra la dictadura.
Las protestas ya han alcanzado ciertos logros. Los Gobernadores y alcaldes cancelaron el alza de la tarifa de autobús. La Presidenta Dilma Roussef hizo una declaración nacional reconociendo las demandas y sentimientos de los manifestantes y llamando a los gobernadores y alcaldes de Brasilia a desarrollar un plan para dar solución a los problemas del transporte público. El Congreso acaba de aprobar una ley que tipifica la corrupción como un Crime Hediondo – “Crimen Hediondo”.
Las protestas ya han alcanzado ciertos logros. Los Gobernadores y alcaldes cancelaron el alza de la tarifa de autobús. La Presidenta Dilma Roussef hizo una declaración nacional reconociendo las demandas y sentimientos de los manifestantes y llamando a los gobernadores y alcaldes de Brasilia a desarrollar un plan para dar solución a los problemas del transporte público. El Congreso acaba de aprobar una ley que tipifica la corrupción como un Crime Hediondo – “Crimen Hediondo”.
Treinta años atrás, en 1984, fui también testigo fortuita de la mayor manifestación en Rio de Janeiro por “Diretas Ja”. Era un movimiento político democrático con una masiva participación popular demandando elecciones directas para la presidencia de la república. Este movimiento dio lugar a diversas manifestaciones populares en muchas ciudades brasileras, las passeatas. Esos eventos florecieron con la participación de líderes políticos como Franco Montoro, Fernando Henrique Cardoso, Tancredo Neves, Luis Inacio Lula da Silva entre otros, y con la participación de artistas, jugadores de fútbol, escritores, cantantes y músicos. Este movimiento dio origen a lo que es Brasil hoy en día.
En efecto, Brasil es en la actualidad, una democracia vibrante en la vía de transformar su economía nacional hacia procesos que sostengan el crecimiento, incrementen la calidad de vida y protejan el medio ambiente. Una sociedad democrática madura, un liderazgo visionario, una cultura de innovación y abundantes recursos naturales, son algunos de los motores del nuevo modelo económico sustentable que emerge en Brasil.
Uno de los logros más destacables de Brasil durante la última década ha sido la dramática reducción de la pobreza. Este logro se complementa con un cambio hacia la sustentabilidad que se hace evidente principalmente, en dos áreas: la expansión de las energías renovables y la reducción de la deforestación del Amazonas. El desarrollo sustentable de Brasil en el largo plazo no está exento de desafíos, pero el país puede hacer un gran aporte al debate sobre como abordar de la mejor manera el desafío global de integrar las dimensiones económica, social y medioambiental del desarrollo sustentable.
Las protestas actuales podrían incrementar aun más, la calidad de la democracia brasilera y contribuir a la mejora de los sistemas de gobernanza. Como todos hemos visto, en la ola de manifestaciones a nivel mundial lo que distingue, desde mi punto de vista, las protestas brasileras, es que su creatividad y energía positiva han dado inicio a una conversación sobre un mejor Brasil. Dos creativas pancartas en manos de los participantes resumen la situación: “Disculpe las molestias, estamos mejorando Brasil” y “El sistema está temporalmente fuera de servicio. Estamos en proceso de actualización”. Yo también soy como esos jóvenes manifestantes, optimista que Brasil vaya a salir de esto con una mejor democracia, inspiradora para otros países del mundo.
* Este artículo fue publicado en Blog Humanum.