En 2011, América Latina disfrutó de un crecimiento en las ventas del retail del orden del 4% (después de inflación), convirtiendo así en la región de más rápido crecimiento en el mundo. Su ritmo de expansión es mayor a la ya tan analizada región Asia Pacífico, cuyo mercado minorista valía un poco más de US$1 trillón a fines de 2011, y que registró nuevas ventas por US$170 billones entre 2006 y 2011. En América Latina, en tanto, sus números se entienden por la presencia de economías emergentes que crecen a ritmos acelerados, la expansión de la clase media y el mayor y mejor acceso al crédito en algunos mercados.
Pese al ritmo y nivel de crecimiento y al hacer una comparación del gasto per cápita, América Latina destaca como una gran oportunidad para los minoristas globales y locales, quienes ven con buenos ojos las proyecciones de crecimiento a largo plazo. El gasto per cápita en la región en el comercio minorista fue de US$1.700 en 2011, un poco más alto que otras regiones emergentes como Asia Pacífico -que cerró el año en US$900-, pero más bajo que Europa del Este, que registró un gasto por persona de US$2.300. Aunque en términos de crecimiento todas estas cifras son atractivas, la verdad es que están muy lejos de los US$6.000 que disfrutan los minoristas de zonas económicas más desarrolladas.
Los ojos seguirán puestos en las economías maduras. Mientras el crecimiento económico mundial se mantenga, la confianza de los consumidores locales se mantendrá y como consecuencia podremos ser testigos de cómo la industria seguirá creciendo y será más atractiva aún para aquellas compañías que buscan expandirse
Con la desaceleración del crecimiento en el largo plazo en los mercados desarrollados, los minoristas de América del Norte y Europa Occidental seguirán investigando las posibilidades que ofrece la región. Esperamos que las ventas del mercado minorista no comestibles crezcan más rápido, a un ritmo de 4% anual, entre 2011 y 2016. El mercado de alimentos y abarrotes, en tanto, crecerá en poco más de 3,5%. Brasil y México serán los responsables de la gran mayoría de estas nuevas ventas, impulsadas por el desarrollo de canales como farmacias y almacenes mayoristas.
Pese al ritmo y nivel de crecimiento y al hacer una comparación del gasto per cápita, América Latina destaca como una gran oportunidad para los minoristas globales y locales, quienes ven con buenos ojos las proyecciones de crecimiento a largo plazo.
A pesar del crecimiento más lento del canal de comestibles, América Latina experimentará una continua modernización en cuanto a dónde y cómo los consumidores compran los productos. Los canales modernos (hipermercados, supermercados, tiendas de conveniencia y minoristas de estaciones de servicio) representaron sólo el 45% del valor de las ventas en 2011, en comparación con el promedio mundial de más del 60%. En este escenario, la región también registra disparidades. Bolivia, Perú y Colombia aún tienen un bajo porcentaje para el canal moderno, mientras que Costa Rica, Chile y México están por encima de la media regional.
En términos de modernización del comercio minorista, y no solamente el canal alimenticio y abarrotes, el impacto más grande y duradero provendrá del retail online, debido al incremento de su oferta a una amplia gama de productos. Entre el 2006 y 2011 el retail online vio como sus ventas se expandían anualmente en 28%. Así, a finales del 2011 a este canal le correspondía 1,5% del valor de las ventas en Latinoamérica, pensando quizás que su veloz crecimiento podría complicar a las tiendas. En Euromonitor Internacional esperamos que hacia el 2016 la participación del canal online represente 2,4%, del total de las ventas del comercio minorista.
Pese a que este número no opacará los resultados financieros de las tiendas, sí le inyectará mucha presión, debido a que internet se ha convertido en una herramienta en la que los consumidores comparan precios, compran más allá de sus fronteras y adquirieren productos no disponibles en sus países. En este contexto, y pese a que sólo proyectamos buenas noticias para el comercio minorista en América Latina, el desafío será de las empresas nacionales e internacionales, quienes tendrán que mantenerse en guardia y atentos al desarrollo de un mercado en el marco de un nivel de competencia que sólo tenderá a crecer.